Entrenador de Dragones-[BtsxHoseok]

ᛰCapitulo 29ᛰ

La cura que tanto necesitaban se construía en las mejores manos, Yoongi hacía todo lo necesario para curar el cuerpo de Nieve, no sabia si funcionaría pero debía intentarlo, gracias a las habilidades de Hoseok tenía más chance que todo saliera bien.

—No te preocupes Haerin, todo saldrá bien._Seokjin abrazaba a su hija para mantenerla tranquila de su propios impulsos.

—Pero si no funciona…Hoseok me va a odiar._ Alegó la niña entre susurros.

—No lo voy hacer._El pelinegro se acerco.—Lo siento mucho Haerin, estaba fuera de sí y te hice mucho daño. Pase lo que pase, no te voy a volver a lastimar._Hoseok se permitió a acariciar los cabellos de la niña con suaves palmadas.

—El antídoto está listo, es hora._ Informó Yoongi.

El fuego de los luminosa brilló con intensidad, la alpha llamó a su protegido para  unirse a ellos, Hoseok sonrió complacido por la invitación, dejó que sus alas salieran a la luz y que su boca pudiese aguantar el fuego de la vida. La acción de vida cesó, era hora que Nieve pudiera despertar, pero al parecer no reaccionaba, Hoseok se acercó al menor, acarició el hocico de Nieve y con una mirada triste se impulso a abrazarlo.

—Gracias por todo, Nieve._ Susurro mientras se aferraba al cuerpo inerte del menor.

El silencio acompaño a todos los presentes, hasta qué.

—Nieve._ Pronunció la pequeña Haerin, los ojos azules de Nieve se abrían con lentitud.—¡Nieve!, estás con vida.

El dragón sacudió sus alas y rugió, se sentía otra vez en casa. Hoseok dejó caer lágrimas de felicidad, su pequeño hermano estaba con vida, suspiro cansado de todo pero ya se sentía aliviado.

—Oh, que alegría. Nieve está de nuevo con nosotros._Jimin sonrió a la par con los varones.

Nieve revoloteaba alrededor de Haerin, lamía varias veces su pequeño rostro, puesto que cuando estaba envenenado muy en el fondo de su alma sentía culpa por haber dañado a su amiga.

—¡A dónde vas con Nieve, jovencita?_Namjoon la tomó por sorpresa con un regaño.

—A celebrar tío, ¡vamos a volar!_La pequeña salió del nido a la velocidad de sonido con Nieve, ambos eran unos jovencitos sin remedio.

Hoseok desplegó sus alas negras al aire y llamó a los dragones.

—¡Vamos a volar!_ Afirmó el pelinegro con una gran sonrisa.—¿Vamos?_ Extendió su mano hacia los varones como señal de invitación.—Es hora de dejar la preocupación atrás.

—¡A volar!_Dijeron al unísono los seis.

ᛰ

Los gritos de emoción se escuchaban por cada rincón de Hangsang, los clanes se unificaron a la paz con las bestias aladas, sólo buenas noticias salen día tras día; desde que el príncipe Jung había vuelto a su tierra todos confiaron plenamente en él sin pensarlo demasiado. La alegría de tenerlo con vida era un gran milagro del cielo.