Leyendo: Vigésima Quinta Ala

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Matsu estaba enterrada bajo una montaña de mantas

Apenas había comido algo y pasaba más tiempo dormida que despierta 

Ni siquiera había tocado una computadora en todo este tiempo

Bueno principalmente por que este lugar no tenía wifi

Que se supone que hiciera?

Había traicionado a su ashikabi

Lo había puesto en peligro a el y los demás por su estúpida curiosidad y-

"Con permiso"

"Wuaaaaa!"

Matsu saltó de su cueva de mantas cuando la puerta de su habitación había sido destrozada de una patada

"No sabes que debes tocar al entrar en la habitación de una dama!" Exclamó hacia el samurai

El hombre olfateó un par de veces el aire antes de tapar su nariz con disgusto

"Me niego a llamar dama a cualquier cosa que viva en esta inmundicia"

"Como te atreves a llamar inmundicia a la habitación de Matsu!" Exclamó enojada mientras pataleaba infantil mente

"En primer lugar llamó por lo que veo y en segundo lugar está no es tu habitación, es mi cabaña y tú solo te apoderaste de este cuarto desde hace una semana"

"Ya pasó una semana?" Se preguntó Matsu sorprendida

"Eso es lo que pasa cuando te encierras en completa oscuridad, ahora vuelve a la sala de cine, no podemos empezar sin ti"

"Llevan una semana esperándome?" Dijo Matsu incrédula 

"No, solo como treinta minutos, el tiempo funciona diferente en estos dos lugares"

"Y que hay de akitsu-tan, leímos sin ella!" Volvió a exclamar enojada

"Bueno ella..." la imagen de una habitación complementa congelada pasó por su cabeza "está indispuesta" respondió con simplicidad

"Pero yo..."

"Te sientes culpable por lo que hizo tu contraparte a pesar de no haber hecho nada"

"...si" asintió cabizbaja

"Y la razón de ello es que a diferencia de minato que a cambiado tanto que es difícil conciliarlo como la misma persona tu versión de ese mundo es exactamente igual a ti por lo que sabes que en su situación actuarías de la misma manera"

"Si" su cabeza bajó incluso más

"Por lo que temes que tu naturaleza curiosa termine por poner en peligro no solo a minato si no a tus hermanas sekireis así como a Miya eh incluso a uzume y chiho"

"Ughhh, si" cayó nuevamente sobre la cama nuevamente deprimida

"Entiendo todo eso, pero que diablos crees que puedes hacer apestando mi casa?"

"Desde aquí no puedo hacer nada malo?" Respondió sin mucha convicción

Ni siquiera ella sabía cómo llego, solo estuvo rondando un rato la blancura antes de llegar a un bosque y luego a la cabaña

Entro más por inercia que otra cosa

"Si no quieres hacer el mal enfréntalo"

"Enfrentarlo?"

"Ve allá, mira a tu otro yo, con todas su fallas y errores y promete no cometer las mismas faltas y has un esfuerzo consiente por cumplir esa promesa"

"Yo...supongo que sería buena idea" Matsu se arrastró fuera de la cama no del todo convencida

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