La chispa adecuada (Alessio Falcone e Isa Vitiello) Fanfic

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Isa

-Isa, dame cinco minutos más y nos iremos a casa, ¿listo?

-Si mamá, no te preocupes, estaré leyendo mientras terminas de cerrar el gimnasio. -le doy una sonrisa a mi madre y con eso se va a la parte trasera del lugar. Continúo leyendo mi libro cuando escucho un golpe.

-Mami, ¿estas bien? ¿Mami? -la llamo mientras me pongo de pie, salgo de debajo de la mesa y pongo mi libro sobre esta, dirigiéndome a donde ella está.

Me muevo en silencio, pero rápido, tal vez se mareó y se cayó, o pudo haber sido una de las colchonetas para hacer yoga que usa, o ... Me quedo sin aliento ante lo que veo, mi madre está siendo amarrada por dos tipos y hay un tercero que... ¡mierda! Me está apuntando con un arma.

-No te muevas Sirenita o la bala dentro de mi arma irá directo a la calabaza de tu madre.

Me quedo quieta, indefensa y enojada. En mi afán no pude agarrar algo para defenderme o avisar a mi papá o al tío Luca, que pendeja soy. He leído muchas historias donde los protagonistas afrontan este tipo de cosas, pero es más fácil hacer algo en la ficción que en la realidad, ¿Qué haría Arya Stark en mi lugar? Mientras me pierdo en mi mente no me percato de lo que pasa a mi alrededor, el tipo del arma está muy cerca de mí, tanto que siento su colonia y su pistola reposa sobre mi pecho.

- ¿A dónde se fue tu mente Sirenita?

- Maldita sea Alessio, deja de jugar y amordázala de una puta vez. -Dice uno de los tipos junto a mi mamá, ahora que me tomo el tiempo para ver a estos tres...

- ¿La trinidad impía? Se supone que hay una tregua entre nuestras familias o algo así, ¿Por qué nos están haciendo esto? -Les pregunto.

-Este es el precio que tu familia paga por traicionar a la nuestra. -dice el que sin duda es el hijo de Remo Falcone.

Mi mamá los está matando con su mirada y su afilada boca no tarda mucho en decir:

-Váyanse al carajo, déjenla ir a ella y llévenme a mí. Las cuentas son con los responsables de lo que sea que haya pasado y ella no lo es, como bien lo saben, además...

Antes de que pueda continuar Massimo abofetea a mi madre, poniéndola de pie y diciendo:

-¿Alguna vez te cayas mujer? Vamos, si haces un escandalo mato a tu hija y luego a ti. Alessio, agarra a la chica y vamos, nuestras familias nos necesitan.

Alessio me mira un par de minutos, luego baja su arma y estira su brazo, recibiendo una soga que Nevio le entrega. Juro que se toma su tiempo para amarrarme, lo hace suavemente, pasando la yema de sus dedos por mis brazos y clavícula, luego sube hasta acariciar mi labio inferior. Estoy embobada por su toque, esos ojos son como el mar y me están tragando viva, esos labios... Dios, ¿Qué me pasa?

La voz de Nevio interrumpe lo que sea que esté pasando.

-Si ya acabaron con el manoseo y las folli miradas, nos podemos ir.