Capítulo 1
"De vuelta a la... ¿calma?"
La pelea con Cell había acabado. Kakaroto y su hijo demostraron que su fuerza era incomparable, incluso para mí, un saiyajin de clase alta, el príncipe de aquella raza guerrera. Todos regresaron a sus casas, así que me vi en la obligación de hacer lo mismo, pero, a diferencia de los demás peleadores, mi caso era bastante particular: mi planeta de origen había sido destruido y estaba solo en el universo, sin amigos ni familia. Bueno, tenía un hijo, Trunks, de poco más de un año, pero eso no significaba que tuviera una familia. Ah, claro, también estaba ella, esa mujer tan irritante, la madre de mi hijo; Bulma, una insoportable terrícola de pelo azul. Pero insisto, eso no los convertía en mi familia. Y sí, lo destacaba, porque yo era un saiyajin cruel y en mi corazón, lleno de maldad, no había espacio para sentimientos nobles.
¿A dónde regresar después de la batalla? No tenía opción, Capsule Corp. Era mi único destino. Pero no fui allí inmediatamente, durante varias horas divagué, reflexioné sobre lo ocurrido y analicé mi vida. Luego llegué a casa, donde la alegría se mezclaba con nostalgia, pues Trunks —el del futuro, no el bebé— al día siguiente regresaría a su época y Bulma se había encariñado mucho con su hijo. Yo me cuestionaba ¿cómo podían apreciarse tanto en tan poco tiempo? Era cierto, ese chico me inspiraba... ¿sentimientos? No lo sé, me inspiraba algo, pero no sabía cómo llamarlo. Quizás en mi interior quería que se quedara, entrenarlo, ver su cara de felicidad al poder compartir conmigo. Pensaba en mi yo del futuro, que estaba muerto y que no pudo criar a ese joven, pero bah, no era algo que me quitara el sueño, así que me fui a mi cuarto a dormir a mi cama individual, pues Bulma y yo no teníamos confianza ni éramos específicamente nada, además ella tenía la cuna del bebé en su alcoba, y a mí no me interesaba pasar las noches con ellos.
Estaba acostado cuando sentí una presencia acercarse. La puerta se abrió sólo un poquito, y alguien se asomó. Fue a cerrar, pero lo detuve.
—¿Qué es lo que quieres, Trunks? —pregunté, serio.
—Papá... yo... —balbuceó nervioso— No quiero nada en especial. Te dejo dormir, buenas noches.
—¿Estás seguro? —insistí, no sé porqué.
—No... la verdad... ¿Puedo pasar?
—¿Para qué?
—Es que... mañana me voy y pensé que tal vez...
—¿Podríamos pasar un rato juntos? No me hagas reír... —me burlé.
—Creí que podrías contarme algo sobre el planeta Vegita y los saiyajin; es nuestra raza y me gustaría saber un poco más sobre ella... —dijo.
Lo observé fijamente; por lo general a nadie le gusta oír mis historias antiguas y de pronto aparecía Trunks lleno de ganas de escucharme.
—Está bien, entra. Pero será sólo un momento ¿entendiste? Luego te irás a dormir —añadí paternalmente.
—Sí, papá, como tú digas —respondió con una sonrisa.
Largo rato estuve contándole esas cosas del pasado: la vida en Vegetasei, el ejército de Freezer y mis viajes posteriores. El chico me escuchaba con gran atención, tanta, que me invitaba a seguir hablando. Hasta que vi el reloj de la mesita de noche, que ya marcaba las dos y media.
—Ya es tarde, vete a dormir —le ordené.
—Sí, buenas noches, papá —me dijo poniéndose de pie— Una última cosa...
—¿Qué quieres ahora?
—Sé que cuando me vaya será imposible que lo hagas, porque estarán todos, así que quiero pedirte si tú... —decía jugando con sus dedos— Papá ¿Puedo abrazarte?
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Si buscas alguien que te trate mal... Cuenta conmigo
FanficLa pelea con Cell había terminado y la vida de los guerreros Z volvía a la tranquilidad, pero... Uno de los luchadores no sabía muy bien qué hacer, pues no tenía amigos y nunca ha consideró a su "familia" en sus planes... "Tras la pelea con Cell no...