Sorpresa 1/2

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El alfa movía ansiosamente su pierna, estaba sentando en el sillón principal del salón, mirando hacia la entrada, nervioso.
Estaba algo desesperado por la llegada de su familia, y el no era muy bueno ocultando su malestar, o en este caso, nerviosismo.

-Deja de moverte tanto, me pondrás nervioso.- la voz de Checo relució, atrayendo la mirada apenada del monegasco.

-Lo siento, mon amour.- atrajo al menor hacía su regazo, abranzandolo por la espalda.
-Estoy algo desesperado..- murmuró, dejando un casto beso en el hombro del tapatío.

Checo río quedito.

-Lo se, cielo. Puedo sentirlo..- se burló, mirando sobre su hombro al castaño.

-No te rías..- farfulló, sonando como un niño avergonzado.

-Todo va a salir bien, Charlie...pero debes controlarte, tus feromonas ansiosas están dispersadas..-le informó.

-Entonces dame un beso, Mon Soleil...- pidió, obligando al pecoso a darse la vuelta por completo.

Checo giro hasta quedar frente al monegasco y sonrió, más no reprochó, cumpliendo el deseo del castaño, dejando un beso que pudo alargarse de no ser por el timbre de la puerta que los obligó a romper su unión.

Sergio se levantó rápidamente. Sacudió un poco su vestimenta "arreglandola", y soltó un suspiro de nerviosismo. Miró a su esposo, Charles ya se había puesto de pie también, ambos compartieron una última mirada y sin mucho que decir, el alfa fue quién se acercó a la puerta a recibir a sus familiares.

Checo se mantuvo quieto, soltando disimuladamente su aroma tranquilo, ocultando y reemplazando el olor antes fuerte que el alfa había estado soltando.

Charles abrió la puerta, dejando ver a su madre y a su hermano menor Arthur.

-Bienvenida, Madre.- saludó cortés el monegasco, dejando libre el paso para su familia.

Pascale entró junto con Arthur, y sonrieron cuando vieron al Omega acercarse a saludar.

-¡Pascale, que alergia verte!- chilló entusiasmado, abrazando con cariño a la madre de su esposo.

-Lo mismo digo, Checo. ¡Ya los echabamos de menos!, ¿Verdad Arthur?-

El alfa menor sonrió ligeramente y asintió, acercándose a saludar al tapatío, dejando un beso sobre la mejilla del pecoso.

-Me alegro de verte, Checo.- fue lo primero que soltó cuando se distanció por completo.

Sergio sonrió y con cariño sacudió ligeramente la cabellera del castaño. Aunque fuera menor era igual de alto que su alfa.

-Lo mismo digo, Arthur.

-¿Y yo qué?- la voz del ojiverde relució, atrayendo la atención de los presentes.

-Tu qué, ni falta haces.- respondió el alfa menor. Rodando los ojos.

-¡Arthur!- Pascale se acercó y le dió un pequeño golpe al menor.

Y antes de que una "discusión" empezara Checo les informó que el almuerzo ya estaba servido y que pasaran al comedor, de paso se llevó a regañadientes a su alfa que estaba ofendido por la respuesta del menor.

No demoraron mucho y empezaron a comer entre platicas. Charlaban de todo, del trabajo, de como iba su vida y cosas generales, intentando hablar lo suficientemente para recompensar el tiempo que no se vieron.

Cuando terminaron el almuerzo, seguían platicando y riendo, hasta que entre miradas discretas y gestos pequeños la hora de la noticia llegó.

-Pascale, Arthur. Les invitamos a comer porque Charles y yo queríamos darles algo importante.- empezó a hablar Sergio.

B A B Y - Checlerc Donde viven las historias. Descúbrelo ahora