B A B Y - Checlerc

Sorpresa 2/2

Dos días después de la reunión con la familia Leclerc, los pequeños preparativos para dar la gran noticia a la familia Pérez ya estaban por terminarse.

El Omega había demorado un poco más en poder arreglar cada pequeño detalle a su gusto. Ciertamente tardo más por qué su familia eran cuatro, así que tuvo que buscar lo perfecto para cada persona.

Y hoy, por fin había finalizado, pues el personalmente, decidió darle ciertos objetos a cada uno de sus padres y hermanos.
Claro que Charles también había colaborado, en especial en el de sus padres.

En el salón principal se hallaba la pareja, mirando con detenimiento su esfuerzo.
Frente a ellos estaban las cuatro cajas de madera está vez solo estaban barnizadas y con un pequeño broche color dorado en el medio.

-Ya está listo.- el Omega habló. Apoyando sus manos sobre sus caderas y sonriendo orgullosamente por su trabajo.

A su lado estaba Charles. El alfa también sonreía, estaba de brazos cruzados.
Sergio volteo su mirada hacia el, sin dejar de sonreír ligeramente.
Desde que se enteraron que serían padres, una sonrisa estaba siempre en sus rostros.

-¿Si quedó bien?- Sergio preguntó.

-Más que bien.-aseguró. Está vez rodeó con su brazo la cadera del mexicano, cerrando su distancia.

El monegasco regreso su vista a las cajitas sobre la mesa, analizando y recordando que había dentro de cada una de ellas.
Una vez lo hizo, miró nuevamente al pecoso.

-Tú madre va a estar demasiado feliz.

Checo soltó una risita y asintió.

-Mi padre se va a infartar.- añadió con sarcasmo.

Ahora fue Charles quien soltó una risa, contagiado por el entusiasmo y paz del contrario.
Sin mucho que decir, terminó por jalar el cuerpo del tapatío hacia él, ahora dejando ambas manos sobre las caderas del menor.

-Debemos ducharnos, ¿No crees?- Charles preguntó con una sonrisa coqueta, Checo sólo sonrió más.

Solo por esta vez, accedería a todo lo que si alfa quisiese, estaba de buenas y no estaba de más recibir algo de amor. Faltaban unas horas para la cena con sus padres así que, le vendría bien, a ambos.

-Por supuesto.- fue determinado. Aquello provocó que Charles sonriera en grande, y con prisa se llevó ambos cuerpos al baño.

Debía aprovechar que Sergio accedió, oportunidades como estás eran pocas, y debía estar agradecido por ello ahora.

[...]

Después de esa productiva ducha ambos estaban en su habitación, Sergio estaba terminandose de vestir, y Charles se secaba el cabello tranquilamente.
Demoraron más de lo que esperaban y ahora solo quedaban un par de horas para ir preparando la cena.

-No debimos hacer eso.- se quejó el pecoso, haciendo un mojín cuando el alfa se acercó a él.

Charles soltó una risa, mientras abrochaba los botones de su playera blanca.

-No oí que te quejarás allí adentro.- respondió con una sonrisa pícara.

Checo sintió sus mejillas arder y se dió la vuelta rápido.

-Pinche baboso.- masculló al español entre dientes una vez estuvo lejos de su pareja. Escuchó la risa proveniente del monegasco, ocasionando que inevitablemente sonriera.