CAPÍTULO 8

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P.O.V RIVERIA

Han pasado dos días, y Aiz repite la misma rutina.

Se levanta temprano, agarra un poco de comida, y va a un lugar. Este cambio, se hiso desde que conoció a Bell. No era mucho suponer que lo estaría entrenando... Aiz quiere ver ese potencial de rápido desarrollo...

Sin embargo, hoy deberíamos de ir al calabozo, y alcanzar el piso 60. Era nuestra misión de exploración, y necesitábamos que Aiz se concentre. Pero cuando vino a la formación, fuera de la sede de Loki, parecía estar de mal humor...

Su rostro se encontraba haciendo un leve puchero...

—Buen día Aiz— dije al acercarme a ella. La idea fue llamar su atención, pero fue en vano.

Maldito conejo...— susurró...

—Aiz, ¿quieres nadar?— con solo esas palabras, su piel se erizó y sus ojos se abrieron con fervor. A veces uso eso para que me preste atención.

— ¿Qué es lo que te tiene mal?—

—Bell— dijo solo el nombre...

—Bell que. ¿Qué ocurre con el?— me dio cierta curiosidad en que estaba metido el pequeño héroe...

—Hace dos días que me falló. Debíamos juntarnos en las murallas a entrenar, pero él no ha aparecido. Maldito conejo— y de nuevo, Aiz comenzó a hacer pucheros.

Esto me pareció raro. No creo que sea ese tipo de persona, pero no podía hacer nada ahora. Primero está la misión de mi familia, por más que me pese...

—Tranquila Aiz, luego nos ocuparemos de eso. Necesito que estés concentrada en la misión. Porque la dungeon no perdona...— ella entiende, pero no lo acepta.

Me impresiona la buena impresión que genero Bell en ella en cuestión de un día...

Cuando nos dirigíamos hacia la mazmorra, se encontraba una amiga mía. Ella estaba por alguna razón desesperada... y cuando me vio, vino enseguida conmigo.

—¡Se-eñorita Riveria!— casi se tropieza al venir...

—¡¿Que ocurre Eina?!— por alguna razón, no me estaba gustando lo que pasaba... ¿Tenía relación esto con Bell?

Mi pecho comenzaba a doler cada vez más...

—P-por favor... Bell Cranel está desaparecido. La última vez que lo vieron, estaba enfrentando un minotauro irregular en el piso 8 hace dos días... y...— sus palabras comenzaban a cortarse. Le faltaba aire...

—No ha aparecido...—

Esto me molestaba... me molestaba tener la razón. Sabía que no tenía que hacerme ninguna ilusión... dolía un poco. No es que me hiciera un romanticismo en mi cabeza. No, eso es imposible. Pero saber que alguien con tanto talento muera así tan joven... seguro eso es lo que me molesta...

—¡¡Aiz!!— la voz de Finn resonó.

Una expansión sentí en mi costado. Aiz había activado Ariel, y fue en busca de su pupilo...

Rápidamente, los ejecutivos y algunos aventureros más fuimos tras ella, no sin antes dejar a Raúl a cargo los grupos. Que nos alcancen en el camino.

Mi velocidad iba acelerando. Tenía mis dudas, quería saciarme con la verdad... ¿Será que murió o no? Tenía que aclarar ciertas ideas de mi cabeza, y no lo podría hacer si el muere... ideas que el implanto muy en el fondo...

¿Qué le interesó a el de mí?, ¿Será mi dinero, fama, familia, orígenes, que era?

Cuando llegamos a la cámara 8, pude ver la espalda de Aiz sin moverse. Solo miraba el piso. Por alguna razón, muchos escombros se encontraban en la habitación por todos lados...

Bell x Riveria/ El útimo HéroeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora