Capítulo 4

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—Góspel...— solo pude pronunciar, sin salir del bar...

Como si fuera justo por arte de magia, la gente no había hecho ruido, hasta que mi palara... silbó fuertemente cuando golpeo a Bete en la espalda, chocando contra la pared a 5 metros....

— ¡Broooom....!—

El ruido fue tremendo, y se levantó una gran cantidad de viento.

Todos... quedaron con la boca abierta...

Los ejecutivos miraron rápidos en mi dirección muy alertas, junto a todos en el bar, mientras lágrimas salían de mis ojos.

—Nadie... dirá cosas feas de Riveria...— casi se me desgarra la voz al decir eso, pero... debía decirlo.

Inmediatamente, me fui corriendo hacia el calabozo sin mirar atrás, sin llevar armadura ni nada... debía hacerme más fuerte, debía de mostrarles que puedo ser fuerte... para ella.

Entrando en el mismo, comencé a pelear a puño limpio con los lizard-man, los goblins, todo lo que se venía a mi paso, hasta llegar al piso 7 y pasar toda la noche...ahí

P.O.V RIVERIA

—Ha...— suspiré mientras me apretaba el entrecejo.

Si bien, me sorprendió que me haya defendido de esa forma, temo que Bete lo haya lastimado... después de todo, su aparente inocencia puede ser muy frágil...

Sin embargo, hay algo que no hay duda que hay que destacar...

—Riveria—

—Si... también lo sé Finn...— dije...

El murmullo... comenzó a explotar en el bar...

— ¿E-es-sa no era la ma-agia de Silencio?— algunos veteranos, se acordaban de dicha magia, y... e scierto. No se equivocaban.

Este niño, problemático, al parecer tiene esa misma magia...

—Uf... la diosa Loki mínimo le hará guerra a ese enano— dijo la misma diosa Loki... solo se encontraba borracha...

AL OTRO DÍA...

P.O.V BELL...

Cuando llegué desde el calabozo a mi casa, entré luego de recitar el canto, y solo caí en el piso inconsciente...

Mi estado, era algo más bajo que lamentable... tenia huesos rotos (casi)... sangre en todos lados, muchas cosas...

Cuando desperté, el dolor se había intensificado... había descansado, y los músculos se enfriaron...

—Aia...— me quejé mientras me acercaba a una estantería en la cual tengo algunas pócimas que compré.

Pero, a pesar de todo, no estaba arrepentido de ir al calabozo sin arma. Debo de hacerme fuerte por Riveria... por ella, y por todas las personas que necesitan de mi ayuda...

Luego de recuperar mejor mi salud, y curarme los huesos, solo me fui a bañar. Estaba impregnado de suciedad...

—Abuelo... necesito tus consejos...— dije al aire, y luego recordé que en realidad sería mala idea...

—¡¡¡El harem Bell, el harem!!!— ya podía siquiera imaginarlo...

Lo primero que hice luego ya limpio y cambiado...

—¡¡¡Lo siento mucho...!!!— hice una reverencia mientras le daba valis por lo causado anoche...

—Tienes suerte niño. Syr me imploró que no vaya y te mate...— dijo Mia.

Bell x Riveria/ El útimo HéroeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora