El Monte Everest no me alcanza
Porque estoy en la cima del mundo
Podrías tocar el cielo, pero no me tienes encima
Tanto dinero, no sé qué hacer con él.
⎯⎯⎯Rhaegon y Rhaenyra de la casa Targaryen; dos almas salvajes, ambiciosas, atrevidos. La sangre...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
⎯⎯⎯ LA MUSICA SONO POR TODO EL palacio, los músicos cantaban sus trofas hablando sobres las hazañas de Rhaegon y ahora no sólo cantaban sobre el o sus historias si no que también de su ahora prometida, Rhaenyra Targaryen el deleite del reino. Todos cantaban el amor que ambos príncipes se profesaban mutuamente demostrando cada día de sus vidas el gran amor y cariño que se tenían. Viserys había realizado torneos y banquetes en honor a la pareja celebrando la unión de dos dragones y aunque el rey no evitaba sentirse inseguro respecto al compromiso Rhaegon le demostraba con toda lealtad que el no buscaba el trono, y Viserys al ver la lealtad que su hermano menor le tiene a su amada hija solo puede bendecirlos para que su matrimonio sea sano y ambos se amen tanto que nadie nunca pueda dañar su amor.
Ahora ambos prometidos acostados en el viejo arciano hablaban sobre las cosas a futuro, sus deseos, sus hijos y sus metas a lograr en algún futuro. Su boda se acercaba cada vez más y el tiempo en el cual podían estar juntos era corto por lo mismo que ambos totalmente ocupados con labores, Rhaenyra ocupada con sus labores como heredera, en cambio su querido prometido se encontraba ocupado en la organización de su boda con la Targaryen personalmente siendo para el, el trabajo más pesado y más fuerte.
⎯⎯ Odio planear fiestas es de lo peor, creo que eso va mejor con Viserys que conmigo⎯⎯ se quejó el Targaryen mientras acariciaba con cariño el cabello de su amada.
⎯⎯ Deja de ser tan llorón, son solo decoraciones, invitados, torneos, vestimenta, comida, y algunas cosas más; no es tan pesado⎯⎯ hablo la princesa con un poco de duda puesto que realmente no era para nada facil planear uns boda y menos de la magnitud que el rey queria que tuviera su hija.
⎯⎯ Si tu padre no fuera tan exigente hubiéramos tenido una hermosa boda Valyria⎯⎯ hablo Rhaegon rodando sus ojos ante los caprichos de su queridísimo hermano mayor⎯⎯ Maldito viejo se ve que le encanta tomar⎯⎯ al decir la última frase Rhaenyra le pegó un codazo a su querido prometido sacándole el aire.
⎯⎯ Querido esas no son formas de hablar sobre el rey⎯⎯ hablo Rhaenyra con elegancia antes de retirarse del lugar no sin antes plantarle un beso en los labios a su amado, quien aún se recuperaba del golpe.
⎯⎯ Buen golpe, querida⎯⎯ se estabilizó Rhaegon con suavidad, mientras observaba como Rhaenyra se perdia por los pasillos.
Después de aquel momento Rhaegon se levantó de su lugar para dirigirse hacia el consejo donde organizaría el presupuesto que gastaría en la boda y claro después de eso estaría preparándose para elegir algunas cosas sobre la boda y los torneos. Viserys estaba aún más emocionado que los mismos prometidos planeando la ceremonia, los regalos que se les daría a ambos e incluso ya empezaba a planear el nombre de sus futuros nietos.
Para Rhaegon había sido relativamente cansado el estar planeando la boda pero a pesar de eso la realizó con toda la paciencia y claro sin ignorar los gustos de su amada prometida. Viserys estaba más que feliz, pero aún así habían personas las cuales no estaban para nada felices de ver a los futuros prometidos relacionarse entre esas personas estaban Alicent Hightower ahora esposa de Viserys, Otto Hightower y por último Laena, aunque no que sentía Laena no era más que tristeza y una pizca de envidia pues Rhaenyra se casaría con el hombre con el cual algun dia solo.
