Está historia fue escrita por Micaela Wolff, la hija única de Toto Wolff, trata de todo un poco y de la lucha que tuvo para poder estar con el, Charles Leclerc.
Porque al final siempre fueron ellos dos y nadie más.
-Solo tu y yo, mon amour -me dijo...
Christian no me dejo correr en el premio de Canadá porque tuve algunos dolores de cabeza intensos, por lo tanto como Arthur me dijo haciendo un chiste, Hoy seré una wag.
Dios mío
¿En qué momento me convertí en esto?
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Me dirigí al garage de Ferrari, cuando llegue estaban casi todos jugando con Jules.
—Amaaa —dijo Jules lanzándose a mis brazos.
—Hola mi amor —le di un beso en la nariz.
—Hola mon amour —me dió un beso Charles.
—Hola cariño y hola chicos —todos me saludaron.
—¿Dime cómo se siente estar del otro lado? —dijo Lance.
—¿Eh? —lo miré.
—Ser una wags —dijo Checo y me reí.
—Me vas a tener que enseñar a ser una wags chequito —sonreí.
—El me enseñó a mi y es una super wags —dijo Sophie.
—Se siente feo, lo mío es la pista no sonreír adelante de las cámaras
—Chocame esos cinco —me dijo Sophie y nos reímos.
Estuvimos hablando un rato y ya era hora de que todos se vayan a preparar para la carrera
—Mon amour —me dijo Charles y yo lo miré.
—¿Que paso cariño? —me miro— Cariño...
—Es que quiero que te quedes aquí en el garage de Ferrari pero se que no te gusta ser una wags y... —lo interrumpí.
—Me quedaré aquí y amo ser la novia de Charles Leclerc —le sonreí y el me besó.
—Te amo mucho —me sonrió.
—Yo más, ve a prepararte tienes un carrera que ganar —le sonreí y el se fue a cambiar.
[...]
Ese día Charles ganó en Canadá al igual que en Mónaco, después de la carrera de Canadá me dejaron correr. Estábamos en las vacaciones de verano y yo lideraba el campeonato.
