♡ Lo que nunca le he dicho ♡

99 7 1
                                    


Takuya

Donna es mi mejor amiga. Desde que se mudó junto con su papá a mi casa cuando éramos niños, desde ese entonces hemos sido amigos inseparables hasta hoy en día.

Pero hubo un día de nuestra infancia en donde fue el comienzo de todo, recuerdo como si fuera ayer los primeros días que ella se mudó con mi familia...

══════ ∘◦❁◦∘ ═══════

Flasback

Era de tarde en casa y como casi todas las semanas, mis alergias nunca faltaban para aparecer a cualquier hora del día.

Sólo podía quedarme con los ojos húmedos, limpiando mi húmeda naríz mientras que con tristeza, mantenía desde mi cama la mirada fija a la pequeña jaula vacía en mi mesita de noche.

Después de haberme enterado esta mañana que mi pequeño hamster, Moo-Moo murió, preferí quedarme en mi habitación, desanimado mientras veía la jaula de Moo-Moo vacía.

-Te extraño mucho, Moo-moo...

Solté en un hilo de voz, sintiendo mis ojos humedecer sin despegar la mirada de la jaula. Sólo fueron dos semanas desde que papá me lo trajo como regalo sorpresa, en el veterinario dijeron que Moo-Moo era algo enfermito como yo, pero nunca creí que viviría tan poco.

-¿Estás bien pequeño? ¿Cómo te sientes? -Pregunta mi mamá asomándose por la puerta.

-Me gotea la nariz y... -bajé la mirada mientras limpiaba mi nariz con la manga de mi suéter-. Aún extraño mucho a Moo-Moo...

Ella me da una mirada comprensiva desde la puerta. -Oh pequeño, todos en casa también extrañamos a Moo-Moo el hamster... Pero ¿Sabes? Hay alguien aquí que quiere jugar contigo un rato...

En ese momento, mamá abre la puerta dejando pasar a cierta niña que se había mudado con nosotros hace dos días.

-Los dejo a ambos para que se conozcan mejor.

Se despidió mamá, dejándonos a ambos solos en mi habitación. La niña voltea a verme y enseguida esboza una sonrisa alegre.

-¡Hola, Soy Donna!

Saludó extendiendo su mano hacía mi, mientras yo la veía de pies a cabeza. Tenía el cabello rizado con una gorra color roja sobre su cabeza. Llevaba un overol negro, un suéter rojo y converse ¿de distinto color?... Su tenis izquierdo era rojo y el otro color verde...

-Oh, no pude encontrar el par del otro ¡Así que decidí usar ambos! -expresó con entusiasmo notando mi mirada en sus zapatos-. ¿Cómo te llamas? -Ladeó su cabeza a un lado, viéndome con curiosidad. Mientras la veía con timidez.

Intento responder pero ella miraba mi habitación con curiosidad hasta que ve la pequeña jaula en mi mesita de noche.

-Oh ¡Tienes una mascota!

Expresó con emoción acercándose a la mesita de noche, viendo el interior de la jaulita.

-¿Hay un hamster ahí? ¡Los hamster son muy bonitos, papá prometió darme uno en mi cumpleaños!

Ella seguía hablando mientras veía como intentaba buscar a Moo-Moo dentro de la jaula.

-No hay nada ¿En donde está el hamster? -ella voltea a verme.

Yo simplemente bajo la mirada, jugando con mis dedos, volviendo a recordar a Moo-Moo. Junto mis rodillas sintiendo mi labio inferior temblar levemente. Sintiendo mis lágrimas querer salirse.

-¿Qué tienes? ¿Pasa algo?

Pregunta acercándose a mi con cuidado. En eso mis lágrimas salen, corriendo por mis mejillas. Ella vuelve la mirada a la jaula y voltea a verme de nuevo.

-¿Es porque tu hamster no está?... -insistió, sentándose a un lado de la cama.

-El se murió... -solté en un sollozo. Limpiando mis ojos, pero las lágrimas seguían saliendo.

Ella mantiene su mirada en mi, aunque yo siguiera llorando. Entonces ella se levantó, caminó hasta un rincón de mi habitación, levantó sus manos y bajó el tronco, comenzando a pararse de cabeza. Yo la miré extrañado mientras la veía parada de cabeza.

-Cuando quieras llorar párate de manos, así no se te caen las lágrimas.

Dijo mientras me veía con una sonrisa. Ya estando más calmado, me acerco a donde está ella con timidez.

-P-pero yo no sé pararme de manos. -hablé con timidez.

Ella se reincorpora rápidamente, poniéndose de pie. -Si quieres te enseño ¡Soy bastante flexible!

Expresó comenzando a dar una voltereta, bajando al suelo con un split. Suelto una risita al verla mostrarme lo flexible que es. Durante toda esa tarde me hizo reír con su optimismo e ingenio al enseñarme a pararme de manos.

Fue una tarde increíble...

Fin del flashback

══════ ∘◦❁◦∘ ══════

Con el paso del tiempo comencé a sentirme extraño.

Me preguntaba todo el tiempo: Sí ella es mi amiga ¿Por qué la veo más linda de lo usual?...

Durante la primaria mi mente la hacía ver diferente, como si todas las niñas perdieran color y sólo ella destacara entre todas.

¿Es así como ves a la persona que te gusta?

Esa era la pregunta que comencé a hacerme desde hace mucho, mucho tiempo.

Nunca me he atrevido a decirle directamente lo que realmente siento por ella por lo más obvio, temor. Temo que eso llegue a afectar nuestra amistad de algún modo o incluso lleguemos a distanciarnos.

Aunque hay casos en los que debes de armarte de valor y decírselo de una vez por todas, pero no me siento seguro de eso porque no sé lo que siente Donna realmente. Si me ve como a un amigo o como algo más...

Prefiero que todo fluya naturalmente y ver como se desarrolla más adelante si da resultado o no. En el dado caso de que no, igualmente seguiré a su lado, no me importa si sólo sea como un amigo o si ella encuentra a alguien más que no sea yo, pueda que me llegue a doler el corazón pero me sentiré feliz si ella lo está.

Donna si alguna vez decides verme más allá de la amistad, te diré no le que nunca me he atrevido a decirte pero si lo que intento decirte:

Te amo...

══════ ∘◦❁◦∘ ═══════

Continuará...

🥀

卍 Mizo Gang 卍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora