卍 Mizo Gang 卍

🥊 Llamando al niño marica 🥊

Donna

-¡Iu, iu, iu!

Solté con asco. Estábamos Takuya y yo fuera del hospital, mientras trataba de limpiar mi suéter y pantalones sucios con algunas toallitas que el me pasaba. Totalmente asqueada por la orina que me cayó encima.

¿Hay que ser tan salado en esta vida como para que un frasco de orina te caiga encima?

-Tranquila Donna, las toallitas lo limpiaran bien. -calmó, sosteniendo el paquete de toallitas frente a mi.

-¡Es increíble! ¡Totalmente increíble! -solté exasperada, limpiando mi suéter, la mancha salió pero el olor y la humedad no-. Ash, el olor persiste y cada vez la mancha de humedad se hace más notable...

Levanto mi cabeza al escuchar cierta carcajada provenir de la entrada del hospital.

Agh... Makoto.

-Muy linda tu suerte ¿No, Donna? -se burló, acercándose a mi.

Ruedo mis ojos. -Qué quieres ahora, Makoto.

Metió sus manos en sus bolsillos con una sonrisa ladina. -Oh nada, sólo reírme con gracia porque a cierta chica que me fastidia le cayó orina encima.

-Makoto... -Llamó Takuya con el ceño fruncido.

Makoto se encogió de hombros. -¿Qué? Ella se lo buscó Takuya, no todo el tiempo debes cuidarla ¿O por qué siempre estás detrás de ella?. -levantó una ceja con desdén.

-Por... -Takuya voltea a verme con nervios. Traga saliva y suspira-. Porque es mi amiga...

Suspiro y me pongo de pie. -Bueno ya. Makoto, Takuya lo hace porque es mi amigo más cercano y yo haría cien veces lo que el hace por mi ¿En qué te afecta?

Miro a Takuya por el rabillo del ojo y noto que se me queda viendo con un leve rubor en sus mejillas, halagado por lo que dije.

Levanté una ceja, cruzándome de brazos mientras veía a Makoto.

-Qué sólo a las almas en desgracia les pasa este tipo de cosas. -sonrió de forma burlona.

Suelto un gruñido estresada y vuelvo a mi suéter sucio, tratando de limpiarlos, hasta que siento un pequeño reflejo de luz parpadear sobre mi. Levanto mi vista y mis ojos se abren al ver a Makoto con su teléfono frente a mi.

-¡¿Me tomaste foto?! -fruncí el ceño.

-¡Oh claro que si! -dijo soltandose a reir-. Para recordar este suceso histórico. -se dió la vuelta-. Quizá la publique en face...

-¡Borra eso! -dije lanzándome encima de el, desde la espalda, tratando de quitarle su teléfono-. ¡Deja de molestarme!

Makoto suelta un quejido. -¡Ay! ¡Oye! ¡Quitaté de encima mío!

-¡Pues entonces deja de molestarme! -Dije aún sobre el, tratando de quitarle el teléfono.

-¡Hey hey! -Makoto enrolla un brazo a mi alrededor, apegandome a el.

-S-sueltame... -mascullé empujando su pecho pero era imposible.

Intentaba apartarme de el, pero su agarre a mi alrededor me lo impedía. Me sentí ruborizarme, se sentía raro que alguien me agarrara fuertemente de la cintura.

Se sentía... Raramente bien.

¿Cómo que "raramente bien, Donna?...

-Ya tranquila, la borraré. -Dijo con una sonrisa burlesca-. Igual no quiero guardar tu cara en mi galería.

El me suelta de su agarre y yo gruño con estrés.