2. Diciembre: Espejos y almas.

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...y en un espejo sucio
vi reflejados todos mis problemas.
Me vi.

Me perdí
y no me encontré,
y por más que quiera
la culpa ya no es de él,
ni de ellos, o de ella.
Sino mía.
Me perdí y elegí no encontrarme,
no amarme,
quererme, cuidarme.
Derivé mi ser,
semejante al amor,
a caminar por un abismo
tratando de no caer,
sosteniendo el peso
de sueños rotos
y cielos vacíos.
Empujé mi ser
al hilo invisible de la vida,
semejante a la muerte,
y lo obligué a sobrevivir
entre sustancias y promesas
de mejorar.
Rotas promesas.
Dudosas sustancias.
Quebré mi alma,
sucumbí al abismo,
mis sueños se alejaron
volviéndose borrosos,
no los veo, cayeron mis lentes,
dónde están mis metas,
dónde estoy yo,
qué habrá pasado
con aquella chica
que ocultaba un universo de probabilidades
en sus dulces y enormes ojos.
Qué he hecho
para apagar
todo una vida sin matarla,
qué he hecho
para pagar con mi alma
aquellas sustancias
que me corrompen
y aún así consumo.
Consumo, todo consumo.
Todo me mata,
todo me aviva.
Me pierdo,
no me encuentro,
dónde estoy, acá estoy.
Dónde estás, no estás,
ya no.

Fines - Poemario #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora