EXTRA 7: El rey fantasma está enfermo [PARTE ÚNICA]

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He vuelto









Xie Lian quería maldecir a su padre, a
Jun Wu, a los ciudadanos de su ciudad, a su propio culo, a Feng Xin, a Mu Qing, a Pei Ming, al Pei Ming del otro mundo, a Lang Qianqiu, a las hormigas, a los árboles y cualquier otra cosa que no sea su esposo.

Hua Cheng se acercó a él para darle una cucharada de sopa en la boca, con resignación Xie Lian la comió.

Olvídenlo. Quería maldecir también a su esposo y esa estúpida sopa que estaba forzado a beber.

Escuchó la risa de su marido y volteó su cabeza en dirección a él.

-Perdón. Perdón Cariño -siguió riéndose -. Pero tu cara después de probar la sopa -volvió a reírse.

Xie Lian se enojó y se cubrió con la sábanas, metiéndose más y más en el calor que estas le proporcionaban. Se había enfermado ¿Cómo? Ni él ni su amado lo saben. Solo saben que se ha enfermado y ahora debe estar al cuidado de Hua Cheng. Al inicio le agradó la idea. Hasta que Hua Cheng empezo a darle de comer una sopa medicinal muy efectiva pero de terrible sabor.
Después de haber volcado y tirado contra la pared casi cincuenta sopas la fiebre le terminó ganando y ya no tenía fuerzas para oponerse. Mientras tanto su esposo se burlaba una y otra vez de sus reacciones.

-Ya verás como te dejo sin sexo por un siglo entero -refunfuñó debajo de las sábanas.

-La última vez que dijiste eso no duraste ni dos días -Hua Cheng dejó la sopa a un lado y fue a abrazar a su amado.

-Pues ahora lo cumplo. Viví treinta y cuatro años de castidad, puedo con un siglo -Xie Lian comenzó a sentirse peor, la fiebre es molesta si es que eres un humano, pero para él, siendo un fantasma, la fiebre es insufrible.

Hua Cheng sonrió con mucha ternuna, le dió un beso en la frente hirviendo a su esposo y después de colocar un trapo húmedo y frío se retiró para darle descanso al otro fantasma.
Xie Lian no se dió cuenta de ninguna de las acciones y cayó dormido de inmediato, no soportaba la fiebre.

Pasó una hora cuando Xie Lian volvió a despertar, sintiendo delirios por la fiebre comenzó a intentar reconocer el sitio, llevaban ocurriendo demasiadas cosas en pocos meses, por lo tanto lo primero que comprobó era si es que seguía en la cama. Deslizó suavemente su mano por las sábanas sintiendo la textura. Eso lo hizo sentir seguro.
Quiso levantarse, así que se colocó su flor en el hombro para poder ver a dónde pisar.

Acercó sus pies al suelo y los asentó para poner todo su peso en ellos y....caer.

Patético.

Se sintió patético. La fiebre era tan fuerte que no podía mantener el equilibrio, con mucha dificultad consiguió levantarse y mantenerse de pie, pero no podía avanzar. Estaba preparado para las burlas cariñosas de su marido y pedirle ayuda para movilizarse, se retiró su flor y sonrió amargamente.

-¡Mi querido Hua! -exclamó esperando a que su esposo llegara y lo abrazara preocupado, si, no sería tan humillante después de todo.

Permaneció sin moverse hasta que un sonido le erizó la piel y lo hizo girar de golpe. Había escuchado su respiración.

Hua Cheng iba caminando entusiasmado hacia la habitación con un montón de comida recién preparada, su amado esposo lo llamo y sonaba estar esperándolo para recibir cariñitos, sin embargo a mitad de camino escuchó un horrible grito de enojo proveniente de Xie Lian, seguido al instante por cosas siendo destrozadas.
Envío a E-ming para que protegiera a su amado y aceleró su paso. Esperaba encontrar algún intruso, un demonio o fantasma, o incluso a uno de los ex asistentes. Pero cuando llegó al lugar solo pudo encontrar a Xie Lian tumbado en el suelo, gritando un sinfín de insultos con el rostro rojo y sus ojos falsos resaltando en lágrimas, mientras arrojaba cientos de pétalos a una zona al rincón de la habitación. Seguido de los pétalos su bastón de plata atacaba sin piedad, golpeando una y otra vez la pared, haciendo que Xie Lian se frustre más y aumente sus ataques.

Dιϝҽɾҽɳƚҽ Y DσʅιԃσDonde viven las historias. Descúbrelo ahora