𝚅𝚒𝚘𝚕𝚎𝚗𝚝𝚘𝚖𝚎𝚝𝚛𝚘 || Mιɠυҽʅ O'ԋαɾα x Pҽƚҽɾ B. Pαɾƙҽɾ

⚠️HUMILLAR EN PUBLICO⚠️

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En esta ocasión, Peter no se encontraba con Miguel, no después de lo que le había dicho hace rato, sino con sus amigos Miles y Gwen.
Estaban sentados en unas mesas del comedor de la sociedad arácnida, y además de comer, también estaban cuidando del bebé de Jessica Drew.

— Abre grande, pequeñín. — Dijo Peter con una voz infantil y aguda, mientras acercaba lentamente una cuchara con papilla a la pequeña boca del bebé. El bebito come de la papilla y hace ruidos graciosos con su boca. — Bien hecho, mi amor. — Felicita el castaño mientras le da suaves besitos en la mejilla izquierda.

— Cielos, Peter, tienes un don especial con los infantes. — Comenta Miles mientras le daba pequeñas caricias en la panzita al bebé.

— Me he estado preparando desde hace meses para cuando Miguel decida que es el momento de adoptar a un pequeñín. — Responde Peter mientras sigue besando la mejilla del pequeño bebé.

Miles y Gwen intercambiaron miradas sospechosas, cosa que Peter noto.

— ¿Que sucede? ¿Creen que no soy apto para cuidar de bebés? — Rie suavemente.

— No es eso, Peter, es solo que- La rubia fue interrumpida por la presencia de un cuerpo alto y fornido.

— Es hora de irnos, Peter. — Dice Miguel con el ceño fruncido.

— ¿Que? Pero aún no es la hora de salir. —

— No te estoy preguntando, te estoy diciendo que nos vamos. — El típico tono amargo de Miguel había vuelto.

— Noo Porfavor, ¿No ves que estoy con esta preciosura? — Peter acaricio suavemente los pocos cabellos que el bebé tenía. — Además tú sabes que adoro a los bebés. —

— Si, lo sé. — Miguel gira los ojos. — Tienes el cerebro de uno, ¿Como no te van a gustar? —

Peter tragó saliva, avergonzado pues sus amigos y el bebé seguían ahí con el. — Miguel, no empieces ahora, porfavor.. —

— ¿Y eso que? ¿Tus amigos no saben que tienes mentalidad de niño prematuro? Pensaba que eso lo sabía cualquiera. —

Miles y Gwen estaban incómodos, aunque más que incómodos se podría decir molestos con su jefe por la forma en la que le hablaba a su amigo, pero Miguel los ignoraba.

— Miguel, detente, aquí no.. — Suplico en un susurro Peter, pues Miles y Gwen no eran los únicos presentes, sino que ahora todos los spiders que rondaban por ahí (los cuales eran muchísimos) miraban en su dirección.

— ¡NO IMPORTA! ¡QUE TODOS LOS PRESENTES ESCUCHEN! — Alzo su voz histericamente Miguel como si de un discurso se tratara. Todos y cada uno de la gente spider miraba hacia esa dirección, sorprendidos por el show que se estaba formando. —

— Miguel, ya cállate. — Exigió Gwen, pero el mencionado hizo caso omiso a las exigencias de la rubia.

— ¿Ven a este tipo? Este Peter es un bebito. — Señalo hacia el de cabellos cafeses.
Peter abrió sus ojos aterrado por lo que su novio estaba haciendo. Le entrego el bebé a Miles. — Es un debilucho, un miedoso, ¿Quien querría tenerlo en su equipo? Y diganmelo a mi que soy su novio. — Comento después de reír de forma burlona, pero nadie decía nada. — Pero no se preocupen, necesitamos a alguien que valla por la comida y es por eso que no lo he corrido. —

Todos, cada uno de los spiders estaban callados, estaban sorprendidos pero también un poco temerosos por la forma en la que Miguel se expresaba de su novio.

Peter, más que sorprendido o triste estaba avergonzado, su rostro estaba coloreado como un tomate por la pena que sentía, Miguel no solo lo había vuelto a destrozar, sino que ahora lo había hecho públicamente, frente a todos los spiders, frente a sus amigos y frente a una inocente bebé.
Esperaba a que alguien lo defendiera, quien sea, pero nadie decía palabra alguna, nadie le llevaba la contraria, solo estaban sorprendidos.

— ¿Nos vamos, mi amor? — Pregunto el mexicano sarcásticamente, Peter todavía no había respondido y este ya se estaba yendo.

— ¿Estás bien, Peter? — Dijo Miles con una expresión de preocupación al notar como los ojos del mayor estaban rojos, quería llorar..

Peter recordó que aún seguía con sus amigos, pensaba en decirles que eso no era lo único que Miguel le había hecho, pero decidió mantenerse callado.

— Si, no te preocupes, amigo. — Respondio Peter fingiendo una sonrisa, pero su voz estaba entrecortada.

— Es hora de que alguien le ponga un estate quieto.. — Gwen se levanto de la mesa hecha furia pero rápidamente Peter la envolvió de telaraña. — ¿¡Que estás haciendo!? —

— ¡No, no, no! Porfavor no, Gwen. — Suplico Peter. — No quiero que te metas en problemas.

— ¡Pero Peter! — Expreso Gwen con molestia.

— Son problemas de pareja que yo tengo que resolver, tranquilos.. — Hablo Peter con una voz más tranquila, pero aún seguía entrecortada. — Arreglaré esto, pero si necesito su ayuda no dudaré en pedirselas, pero por ahora déjenme esto a mi solo.. —

Ni Gwen ni Miles se veían convencidos, pero ya que Peter técnicamente les estaba rogando, tuvieron que aceptar.

— De acuerdo, pero promete que nos dirás si necesitas nuestra ayuda. — Dijo Miles mientras empezaba a quitar la telaraña del cuerpo de Gwen.

— Se los prometo. —

Sin más, Peter también se fue.

Todos parecían notarlo, el único que no quería abrir los ojos era Peter..

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