𝚅𝚒𝚘𝚕𝚎𝚗𝚝𝚘𝚖𝚎𝚝𝚛𝚘 || Mιɠυҽʅ O'ԋαɾα x Pҽƚҽɾ B. Pαɾƙҽɾ

⚠️ GOLPEAR JUGANDO ⚠️

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— Te llegó esto. — Dijo Miguel mientras ingresaba al departamento con un pequeño paquete entre sus manos, como si se tratara de basura lo lanzo en el espacio vacío del sofá donde estaba Peter sentado.

— Gracias, Miguel. — Susurro Peter, sin embargo, Miguel lo veía fijamente, esperando a que abriera el paquete, tal vez pensaba que era de parte de uno de sus amigos, por lo que abrió la caja de cartón sacando un par de libros. — Encargue estos libros para la investigación que estoy haciendo.. — Susurro Peter nuevamente, mientras el mayor suspira, apartando su vista del mencionado.

— Hey, no has salido del depa por días.. — El moreno se sentó en el espacio sobrante del sofa. — Ya hasta tus amigos empiezan a sospechar que te ocurrió algo malo. — Miguel rie como si de un chiste se tratara, pero el contrario solo lo miraba con una expresión sería.

Aunque Miguel no le ha negado salir de casa ni le ha reclamado de los días que ha dejado de ir a trabajar, no habría diferencia.
Peter tenía prohibido hablar con sus amigos más que solo por trabajo, pero sabía que si los ignoraba sus sospechas aumentarían metiendolos en un gran problema con Miguel.
Al menos cuando su pareja se iba, Peter se sentía tranquilo, así que no había otro motivo por el cual salir.

— Diles que estoy enfermo. — Excusa barata, pero era la única que pudo pensar.

— Pff dicelos tu, total, yo no soy tu mensajero... Oh espera, tienes prohibido hablar con ellos. — Nuevamente Miguel se hecho a reír, acto seguido cerro su mano en un puño para estamparlo contra el brazo de su novio, este se quejo por el impacto.

— ¡O-oye! — Exclamo Peter por el dolor que sintió.

— ¿Que? No me digas que te dolió. — Cuestiono entre risas el mexicanos quien volvió a estampar su puño en el brazo de su novio, está vez con más fuerza, nuevamente volvió a quejarse. — No seas marica, recibes peores golpes con amenazas y no he visto que te quejes. — Dijo el moreno para después seguir repitiendo el mismo acto, pero está vez con más velocidad y aumentando ligeramente su fuerza por cada golpe que le daba.

— ¡Y-ya! Agh, p-para, ¡Detente! Aagh~ — Se quejo el castaño mientras seguía recibiendo golpes como si de un saco de boxear se tratara, intento meter sus manos pero el moreno las apartaba. — ¡Alto! ¡Porfavor! — Rogaba el caucásico mientras sus ojos se cristalizaban y lágrimas se derramaban por sus mejillas.

Si, recibía peores golpes contra los criminales y anomalias que solía combatir, pero esos golpes no se comparan con los golpes de tu novio, la persona que más amabas en mundo.

Miguel se detuvo, frunciendo el ceño. — Que delicadito eres, Parker. — Dijo y sin nada más se levantó del sillón, dejándolo solo.

Peter se levantó la manga de su camiseta, notando como la piel de su brazo empezaba a enrojecerse muchísimo.
Le dolía mucho, pero más le dolía ser tan cobarde y no poder defenderse, porque a pesar de todo, no era capaz de lastimar al dueño de su corazón..

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