˖ ݁ ˖ ִֶָ ⊹➹ 005.

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Por fin llegó el día de la cita, Roseanne estaba tan emocionada. Hace mucho tiempo que no salía con alguien de manera romántica.

Miró la hora y se terminó de perfumar para luego escuchar el timbre. Antes de bajar a abrir se miró por última vez al espejo. Llevaba un hermoso vestido blanco corto con moños. Ella se sintió linda luego de mucho tiempo.

Una vez abajo, corrió hacia la puerta y antes de abrirla dio un leve suspiro. Se encontró a Cillian, se veía perfecto como siempre.

Por otro lado, Cillian la vio y sus ojos se iluminaron. Se veía tan pura y angelical con ese vestido blanco.

— Hola Cillian, que gusto volver a verte—. Dijo Roseanne tímidamente dejando un beso en su mejilla.

— Lo mismo digo Rosie, pero oh no, esa no es la forma adecuada de saludarme—.

— Oh lo siento, no quería incomodar ni nada de eso—. Dijo Roseanne avergonzada.

— ¿De verdad crees que me incomoda? Por favor, me encanta pero, de esa forma no me tienes que saludar a mi—. Dijo Cillian para proceder a acercar a la jove hacia él y besarla.

Roseanne era como una droga la cual se volvió adicto.

— ¿Vamos?

Roseanne simplemente asintió para subirse al carro al igual que Cillian.

— ¿A donde iremos?—. Preguntó Roseanne con mucha curiosidad. No tenía ni la menor idea de su destino.

— Es sorpresa, bonita.

Roseanne quedó un poco extrañada ya que normalmente nunca le hacían sorpresas.

— Tranquila Rosie, no te secuestraré. Te gustará la sorpresa, o eso espero—. Dijo Cillian intentando aliviar la tensión.

— No es eso—. Río Roseanne.— Simplemente no estoy acostumbrada a recibir sorpresas.

— Entiendo, entonces tendré que darte sorpresas más seguido para que te acostumbres—.

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El viaje duró al rededor de cuarenta minutos. Roseanne se encontraba escuchando música y cantando, Cillian solo se limitaba a escuchar y a observarla.

— Llegamos, Rose—.

Roseanne rápidamente se bajó del carro y observó el lugar donde la había traído. Se quedó asombrada de lo hermoso que era el lugar. Se sentía en un cuento de hadas.

Era un gran y hermoso campo, el césped era de un verde fuerte y estaba cubierto con un montón se flores, peonias rosadas para ser más específicos.

— ¿Te gusta? No sabía si el campo era lo tuyo pero a decir verdad, es muy hermoso—. Preguntó Cillian.

— Cillian, está bellísimo. Me encanta muchísimo, gracias—. Contestó Roseanne con entusiasmo.

— Ven, sígueme—.

Roseanne y Cillian caminaron por el cesped hasta que pudieron divisar una hermosa y pequeña casa.

— Si quieres podemos pasar aquí la noche. Y no te preocupes por la ropa ni nada, tengo todo resuelto—. Dijo Cillian observando el interior de la casa.

— Eso me gustaría mucho pero, ¿Qué hay de mí madre? Se preocupará y si se entera que estoy aquí contigo, me va a aniquilar—. Habló Roseanne con cierta preocupación.

— Ya te dije Rose, no hay de que preocuparse, ya solucioné todo—.

Roseanne simplemente asintió, si el decía que había solucionado todo, así sería entonces.

⌗⊹༄˚Sempiterno | Cillian Murphy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora