Capitulo 13

13 4 4
                                    

           Desconocido

No juzgues a una serpiente por su apariencia. Recuerda que la más tierna puede llegar a ser letal

20 de diciembre del 2010

por ahí  dicen que los recuerdos malos no se olvidan y los buenos suelen perderse con el pasar del tiempo. Muchas veces escuchaba gritos de una niña fuera de mi edificio,  llegué a pensar que solo era mi imaginación. Por qué en estos recidenciales no habían parejas con niños.

Pero una noche volví a escuchar la voz de la niña. Gritaba que parara, que no le hiciera daño. Mire por la ventana y vi a una pequeña niña corriendo le a un chico más o menos de la edad de mi hijo.

—No corras Pulgarcita—espeto el chico con burla — nos  van a descubrir.

—¡No,—exclamo la niña— Ya no me hagas daño!

Mire la escena confundido,  pues  no entendía  por qué la niña  intentaba escapar de  ese chico.

—Ashely—grita una mujer que viene caminando atrás —No corras, te vas a caer.

La niña se detiene  de correr  y se devuelve a los brazos de su  madre. Ella la agarra y se la lleva. Mientras que el  chico se queda escondido entre la oscuridad.

Muy extraño

Mandé a investigar a la  niña y su familia. Cuando me entregaron el informe me  entero de  que están abusando de ella  y el vídeo en mi ordenador lo confirma.

Pobre pequeña

Yo no podía hacer nada pues mi trabajo no me permite entrar a otro campo que no sea  el mío. Pero si de alguien que me puede ayudar.

—¿Que paso papá?— me pregunto mi hijo. Un niño de 12 años  que  entraba a mi  despacho.

—Ven pequeño—ordeno—Acercate.

Mi hijo me obedece y viene hacia mi, mirándome confundo. Pues no recuerda haber visto a su padre con el semblante preocupado.

—Te tengo  una misión —mencione mientras el me  prestaba  atención. —necesito que vayas a España y  espies  a una persona. 

—¿yo?—se señala —pero aún estoy en entrenamiento.

—Ya no más —dije  —Estas listo para esta misión.

—¿Que dice mi madre sobre esto?— me pregunta mi hijo —Ella sabe que me  mandaras a esto. 

—No pequeño.

—¿por que no?

—porque no quiero que se  preocupe por ti, cuando su deber es descansar—dije desviando el tema

El se me queda  mirando me pero no dice nada y acepta su destino.

saco una hoja  enseñando le el rostro de la chica: una niña de 9 o 11 años, pelo  y ojos negros. Altura aceptable su rostro estaba neutro ni una pizca de emoción había en su mirada.

Veo como  analiza la foto de la niña con confusión, El mira con la intención de preguntar algo  pero la acción se queda a medias cuando interrumpo  dando la última orden.

—Tienes que espiarla y vigilar e informarme todo lo que pase a  su alrededor.

El capto todo en ese momento y entendió que ese era su misión.

Cuando salió del despacho.  Procedo hacer una  llamada en particular.

—Hello, ¿como se encuentra mister black?   Responde el hombre después de dos pitidos —¿A Quien le debo el placer de su llamada?

Mi Pequeño SecretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora