9 | Bruderschaft

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BRUDERSCHAFT

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BRUDERSCHAFT

Bill's Pov ;

—Bill, te digo que te miras bien, además no creo que Tom te vaya a decir algo, lo más probable es que el lleve la típica ropa pinta de siempre. Hazme caso, te ves lindo. —Gustav me ayudaba a elegir que ponerme, era un lugar de clase así que tenía que ir vestido con clase.

Y yo ya lo sabía, me miraba bello como siempre, como tenía que ir formal, elegí una falda larga hasta los tobillos y una camisa pegada que parecía asiática de manga cortisima, obviamente todo de negro. Si, se que parecía que iba a velar a un muerto pero eso lo creen la gente que no tiene buenos gustos en la moda.

—¡Pero yo no me refiero a la ropa! ¿Me veo mentalmente bien? Digo... ¿Cómo si no estoy traumado con él?

Ah, entonces te ves mal.

Bueno, eso era obvio, por una parte tenía miedo, miedo de que esta noche saliera mal, miedo de que esta sea el último intento de Tom de ganarse de mi confianza y que si vuelvo a cagarla, el dejé de intentarlo conmigo... ¡¿pero y si solo está jugando y burlándose de mi?! Entonces tengo razones para humillaron y crear un alboroto pero...

¡Ugh! Es increíble, ¿Cómo es posible que a mí hermano gemelo, mi otra mitad, el barco de mi ancla, que lo conocía mucho, ya no lo conozca en absoluto...?

Eso suena más grave si lo pongo así.

Escuchamos como tocaban la puerta desesperadamente y es que me había tardado mucho en vestirme y seguro que Tom ya estaba desesperado.

—¿Ya nos vamos? —Escuché del otro lado de la puerta, por alguna razón por más impaciente que se escuchara, no tenia ni una pizca de enojo en su voz.

—Danos un minuto más, Tom. —Gustav respondió por mi y me dio la vuelta completa viendome de arriba para bajo. Y parece que miró que estaba nervioso —Calma, si piensas que la noche saldrá mal pues no te irá nada bien, lo mejor es ser positivo en estas ocasiones.

—Mira quien habla...

—Que no siga mis propios consejos no quiere decir que no funcionen.

Fue a abrir la puerta y dios, por alguna razón me derretí.

Llevaba un traje completo, saco, corbata, camisa de botones, botas y unos pantalones flojos formales, todo negro.

Y yo que pensé que iba a ir como ladrón, ahora sentía que yo no iba muy presentable que digamos.

Gustav lo miró de arriba a abajo sin creerse mucho lo que veía, después de todo, Tom no es ese tipo de personas que les guste andar muy formales. Dió unos pasos atrás para que Tom pudiera verme y creo que ese fue el momento más incómodo en toda mi vida.

KranK ; (Volumen #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora