Me quedó atónito al observar como el tipo nuevo golpea con una silla sin parar a Seungmin quién grita de dolor. Ni siquiera le ha dado tiempo de subirse los pantalones.
Los gritos del castaño en el suelo son desgarradores pero entre más golpes le da parece que más pierde la conciencia, soltando solo un par de sollozos. El tipo nuevo parece notar que Seungmin ya no es una amenaza al verlo temblando en el suelo.
- ¡Maldito loco! ¿¡Qué mierda te pasa!? -grita Yugyeom mientras se acerca a él, por un momento pensé que este ya era el final del chico perforado, pero antes de que siquiera pueda hacer algo el tipo nuevo golpea con fuerza la silla contra su rostro. Yugyeom grita de dolor y cae al suelo.
- Amigos... ¿Así tratas a tus amigos? -es lo que dice, él aún recuerda esa excusa barata que pusieron solo para que no se entrometa. Estampa la silla contra la espalda de Yugyeom que aún esta en el suelo ganándose un gemido adolorido-. Entonces, ¿Quieren ser mis amigos? -pregunta con una sonrisa.
Minho y Changbin se miran asustados. Yugyeom no ha dicho nada, está quejándose en el suelo mientras se toca su nariz que esta sangrando, creó que se la ha roto.
Nadie se esperaba esto. Yugyeom tenía la seguridad de que nadie podía pasarle por encima al ser amigo de Jaebeom, y los demás creyeron que estaba bien hacerme esto, total yo solo era como un juguete que era utilizado para desahogarse.
Yo tampoco me lo esperaba.
- Váyanse. Ahora.
No necesitan que el tipo nuevo hable más. Changbin arrastra a Seungmin fuera no sin antes subirle los pantalones y Minho ayuda a Yugyeom a pararse para salir del salón. Yo estoy sin palabras, porque es la primera vez que alguien me defiende así y que además logra que ellos se vayan.
Él se acerca a mí extendiendo su mano para ayudarme a levantar. Lo observó, su mano tiene un ligero temblor pero no de miedo, más bien parece de impotencia y de la adrenalina que ha pasado hace un par de sgundos. Sentado en el suelo tomó su mano sin embargo él no parece tener fuerzas para ayudarme a levantarme porque se desploma a mi lado, sus piernas parecen haber perdido la fuerza.
- Lo siento -se disculpa en un balbuceo mientras intenta levantarse, pero yo notó como aún le tiembla todo el cuerpo por lo que no dejó que se levante. Él parece entender así que se queda sentado a mi lado.
Sus manos aún tiemblan y su respiración es desenfrenada. Parece jodidamente enfadado.
Es un idiota. Es un jodido y estúpido idiota. Hay razones por las cuales nadie más me quiere defender, porque las únicas personas que lo han hecho han terminado muy mal, y éste idiota va a terminar así por querer hacerse el héroe en cuanto Jaebeom se entere.
Podría haberlo tolerado. Podría haber tolerado que esos idiotas me metieran su pene en la boca, pero ahora como éste estúpido me ha defendido no sé cuáles son las próximas torturas que me esperan cuando Jaebeom vuelva. Los días que pensé tomarme como unas pequeñas vacaciones de Jaebeom y que no lo fueron por la culpa de Minho, ahora no lo serán por la culpa del tipo nuevo, porque en lo unico que se han transformado es en una cuenta regresiva hacía el infierno.
Nunca nadie lo había desafiado de esa manera, y en cuanto vuelva todo se ira a la mierda porque seguramente estará jodidamente molesto. No solo va a ir por mí, sino que también por éste idiota.
- Mierda, ¿Estás bien?
Son sus palabras las que hacen que me de cuenta que algo no anda bien en mí. Ahora soy yo él que esta temblando y le falla la respiración, ni siquiera sé si es por tantas patadas que me han dado en las costillas o porque simplemente la situación me ha superado.
Tengo miedo. Tengo mucho miedo.
Lo último que logró escuchar antes de que todo se vuelva negro es la voz preocupado del tipo nuevo quién sigue preguntandome si estoy bien.
...
Despierto en un lugar que desconozco, ni siquiera recuerdo haberme acostado en una cama. Me percató de que la cama en realidad es una camilla cuando logró darme cuenta en dónde estoy. Un hospital.
Maldita sea.
Intento levantarme pero el dolor en mis costillas es suficiente para hacérme volvera mi lugar con un fuerte quejido. Quiero irme. Debo irme.
En mi tercer intento logro levantarme de la estúpida camilla. No encuentro mi ropa por ningún lado, solo tengo la ridícula bata y unas pantuflas pero eso ni siquiera me importa.
Salgo de la habitación intentando pasar desapercibido, de nada me sirve cuando unas enfermeras se meten en mi camino y me preguntan mi nombre para saber mi estado. Huyó, queriendo escapar de todo. Nadie parece ser consciente del daño que se van a ocasionar si me ayudan.
Peleó contra las enfermeras cuando me atrapan, al parecer mi situación se ha vuelto un escándalo porque todos me están mirando y pronto se acerca un doctor con una maldita jeringa. Forcejeo aún más pero todo es en vano cuando el tipo logra clavarme la aguja y todo se nubla a mi alrededor.
No sé cuanto ha pasado pero vuelvo a despertar en el mismo sitio. Está vez no estoy solo, a mi lado se encuentra el tipo nuevo sentado en una silla, muy concentrado en un libro que tiene en sus manos, aunque en realidad viendolo mejor parece más una historieta de superheroes que un libro.
Como si se hubiese dado cuenta que estoy despierto y observándolo sus ojos se encuentran con los mios, rápidamente salta de su lugar para acercarse aún más.
- ¿Estás bien? ¿Tienes sed? Puedo conseguirte agua -su pregunta me hace notar la sequedad en mi garganta-. ¿Hambre? La comida de aquí es fea pero puedo ir a comprar otra cosa si quieres-
- Basta -la palabra es difícil de soltar no solo porque mi garganta esta seca, sino también porque siempre me repiten que no tengo derecho a hablar a menos que me lo concendan. Hablar por mi cuenta se siente extraño y malo.
- Lo siento, ¿Te incomode? Puedo callarme si eso quieres.
- ¿Por qué haces esto?
Él parece no entender en un inicio mi pregunta, parece pensar muy bien la respuesta antes de contestar.
- Porque ellos estaban siendo malos.
Su respuesta me desconcierta, no solo porque me parece una razón estupida y que además ha contestado con un puchero como si alguien lo estuviese regañando, sino porque el imbecil no parece ser consciente de lo que sus acciones pueden generar.
- Eres un idiota, ¿No?
- ¿Qué?
- No tienes ni idea en los probelmas que me acabas de meter, y no solo a mi, sino a ti y a toda esta gente que me ayudó. Eres un imbecil, tuviste que haber dejado que me usen, no me hubiese importado porque nadie correría peligro. Yugyeom seguro ya corrió a contarle a Jaebeom y él estará viendo como hacerme pagar. Eres un maldito idiota Choi Beomgyu, no deberías meterte donde no te llaman.
Él parece atónito por todo lo que he dicho pero solo larga un fuerte suspiro, se inclina hacia la cama solo para tomar mi mano y dice.
- No tengas miedo Choi Yeonjun, yo voy a protegerte.
Y me río, porque él parece pensar que estamos dentro de una novela donde solo por hacerle frente los va a detener, sin saber todo lo que nos espera.
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¡Ouch! » Yeongyu
FanfictionYeonjun sufría de acoso escolar y Beomgyu estaba solo un poco loco.