17 de julio de 2016

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Greenville, Carolina del Norte

17 de Julio de 2016

Sus pensamientos jamás se sintieron tan nublados, mientras sostenía aquellos frascos entre sus manos mirando esa enorme cama que siempre estaba llena de amor la idea cada vez parecía más atractiva.

La punzada de la culpa le mermaba la mente, pero lentamente intentaba deshacerse de ella. Alguna vez en el pasado discutió con Jesse por decirles a sus hijos que "El tío Billy" mandaba regalos de navidad... pero ahora que lo miraba en perspectiva, quizá fue la mejor idea que pudo tener.

No quería que un extraño tomara las manos de sus hijos, tampoco quería que fueran una carga para sus hermanos. Ella ya había sido suficiente carga durante toda su vida, como para agregar aún más.

Si Annie estuviera más lucida, sabría que ninguno de sus pensamientos era acertado, Jesse jamás quiso alejar a Billy por egoísmo o celos, fue simplemente el miedo hablando sobre el inmenso amor de un hombre hacia un egoísta aferrado a lo poco que quedaba de sus manos. Sus hijos jamás estarían en mejores manos que en las suyas, ya fuera entera o a pedazos, eran el fruto de aquel amor.

La señal de que todo fue real...

Y de que la vida continuaba...

Pero ahora ella no podía ver nada, ni si quiera el dolor que causaría su partida no solo para sus hijos, no, para sus hermanos, esos hombres que bien o mal intentaron dar lo mejor de sí para formarla, que se desvelaron a su lado cuando enfermo, que cargaron su equipo cuando competía, que lloraron a sostener en brazos a sus hijos, que morirían en vida de saberla perdida.

Esos hombres que estaban tan aterrados que pedían ayuda a quien fuera, incluso a Billy...

También estaba Billy... pero en realidad a ella poco le importaba lastimarlo, sentia que se lo debía, le debía muchas cosas, porque ahora pensaba que de no haberla dejado ella jamás se habría enamorado de Jesse, no tendrían ese hogar ni habrían cumplido sus sueños, sus hijos serian otros, y el dolor de esa pérdida no le quemaría el pecho.

Así que lo decidió...

Fue hasta esa noche que Billy subía con la cena, y entonces todo se derrumbó.

El corazón le latía en los oídos y la imagen que tenía frente a su persona era básicamente la entrada a su infierno personal, se arrastró hasta ella mirando aquel desastre, sus gritos retumbaron en todo el lugar, se desgarraba la garganta llamando a quien fuera. Como pudo la levanto, parecía agua entre sus dedos, se iba... se escurría entre sus manos. Mientras caminaba con ese cuerpo entre sus manos deseaba poder ser capaz de discernir la realidad de la ficción.

Todos hablaban, todos gritaban pero él apenas si era humano en ese momento. Cada vez que cerraba los ojos era solo para abrirlos en un momento peor al anterior, para cuando llegaron al hospital su cuerpo se movía con violencia y los médicos se la quitaban del regazo.

¿Cómo pudo ser tan tonto? Se preguntaba recordando su última conversación. Esto no debía pasar así, ese hombre no debió haber muerto y él no debió encontrarla a mitad de la habitación inconsciente, no...

Toda su vida admiro a Aniñe, ella era Aniñe Brown, la mujer más fuerte que conoció, recibía uno a uno los golpes de su existencia y aquellos que le provocaba su alrededor, y aun así estaba de pie. Firme, sin miedo, con la palabra adecuada en los labios. Era una mujer que amaba a su esposo, y adoraba a sus hijos, era fuerte como el roble, pero no nos dimos cuenta que se marchitaba como si una plaga acabara con ella desde adentro.

Porque incluso la mejor madera se pudre y el perder a Jesé la llevo al final de todo su camino y eso no era ni si quiera algo probable para Billy, no, no era posible.

Pero aquí estaba, en la sala de hospital apenas consiente apenas alerta, con Connor tomándolo de la rodilla mientras lloraba, con Nolan de pie en aquel pasillo mirando a todo el mundo esperando una buena noticia, la que fuera.

Ahora que todos estábamos aquí nos cuestionábamos tantas cosas, ni si quiera valía la pena ver los errores de cada uno, porque sabían perfectamente cuales fueron. Y todos estaban seguros que cada uno de esos errores construyó este camino de pérdidas.

Pero no solo ellos bajaron la guardia, también lo hizo Jesse, y ahora se llevaría con él a la persona que más amaban todos los que aguardaban en este pasillo.

-¿Familiares de Annie Phonex?- y ese peculiar trio se puso de pie de golpe- Sus signos vitales no son los esperados, tomo una gran, gran dosis de analgésicos, hacemos lo posible, pero estaba sufriendo asfixia cuando la encontraron, así que... solo resta esperar-

Ninguno de esos hombres tuvo nada que decir, cada uno se caía a su manera, cada uno moría lentamente junto con ella.

Billy entro en aquella habitación donde el pitar de las maquinas volaban la cabeza. ¿Qué pecados cometió en el pasado para que todo lo que amara le dejara de manera tan cruel?

-Mi amada Annie... perdóname... sé que te he pedido perdón tantas veces en esta vida que quizá ya no tiene tanto sentido para ti. Pero... créeme cuando te digo que de no ser por lo que me dijiste hace días me iría contigo a la tumba... ¿Quién lo diría? ¿Quién diría que sería incapaz de seguirte por primera vez?-

Acaricio sus manos frías destrozadas.

Una jodida pesadilla, debía de ser una, porque no podía estar aquí en su lecho de muerte después de toda una vida de ir y venir, no podía ser ella quien le dejara, al menos no de esta manera. El verla con ese era parte de su castigo y también de su paz, mirarla tan feliz y enamorada era la parte del karma que le tocaba, no está, no ahora, no con ella así.

Al día siguiente fue al rancho por lo propio, miro a ese niño sentado en el pórtico correr hacia él...

-¿Dónde está mama?- pregunto tomando su mano y entonces el corazón se le hizo polvo en el pecho

-Mamá estará bien- lo levanto en brazos recibiendo el abrazo más sincero de su vida- Teddy... ¿sabías que tu madre eligió ese nombre desde que tenía 15 años?... siempre dijo que si tendría un hijo lo llamaría Teddy- acaricio su rostro e intento sonreírle

-Tío Billy- y el que le llamara así le sorprendió- no quiero que mamá vaya con papá, él no ha vuelto...-

-No lo hará...- lo deseo, deseo esas palabras con todo su corazón- hay Teddy- atrajo su mirada- quiero que sepas que pase lo que pase siempre estaré con ustedes, con tu hermana y contigo, no importa lo que suceda, siempre, siempre-

-Mamá decía que trabajabas mucho...-

-Ya no más... lo juro- y con ese nudo en la garganta entro a aquella casa con ese pequeño aferrado a su cuello.



24 de marzo de 2023 Mensajes de texto de Ted a Christopher.

Ted: Papá me ha dicho que en un par de días estaremos de vuelta, las clases empezaran pronto y no quiere que mi hermana y yo perdamos clases.

Tío Chirs: está bien, dile que conteste el teléfono de vez en cuando

Ted: de nuevo lo ha perdido, es un caos.

Tío Chris: Bien jovencito, sean buenos con Billy, nos veremos pronto.

Una Vaquera llamada Annie BrownDonde viven las historias. Descúbrelo ahora