C A P I T U L O | 17

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Sospechas

Ese día Rebecca Armstrong volvía a la universidad, la noche anterior intentó sin éxito alguno dormir temprano e incluso hizo una rutina de meditación que había aprendido en la bendición familiar para silenciar sus pensamientos, lamentablemente ninguno de esos remedios funcionó. La princesa Sarocha se levantó de la cama al ver que Rebecca estaba muy inquieta, jaló una cobija con ella y se acercó a donde la condesa estaba, la inglesa llegó hasta el balcón de la habitación para tomar un poco de aire

-¿No puedes dormir?-

-Lo siento Sarocha, no quería despertarte- Becky volteó y se encontró con una princesa que bostezaba y usaba solamente su ropa de seda para dormir- yo...estoy nerviosa

-Sé que mañana es un día complicado pero tienes que llegar fresca, ya estás en el intercambio para terminar tu proyecto y pronto serás historiadora del arte así que no creo que esta estancia sea tan problemática como llegar al primer día de clases

Becky se quedó en silencio analizando todo lo que su esposa le había dicho

-¿Cómo es que tienes las palabras adecuadas, siempre?

-Dones de princesa, supongo- ambas compartieron una risa- ve a dormir porque yo también tengo que llegar fresca

-Sabes que no es necesario que vayas conmigo

-Sabes que para la agenda lo es, les gustará que pongamos una foto en la universidad

Sus resultados en redes sociales habían sido sorprendentes ese fin de semana y al parecer estaban de acuerdo en seguir subiendo contenido a su página de pareja porque los comentarios les parecían muy divertidos y algo estaba cambiando en la forma de pensar de sus seguidores

Después de esa pequeña conversación, Becky se atrevió y dejó un beso en la mejilla de la princesa que dejó pasmada a Freen por unos segundos, la mayor suspiró y esperó a que Rebecca entrara a la habitación

"¿Qué me estás haciendo, Armstrong?"

Freen regresó a la cama, se acostó deseando que Rebecca por fin estuviera en paz y así ocurrió hasta la mañana siguiente que Sarai apareció por la puerta anunciando el desayuno

-¡Señoritas! Ya salió el sol así que arriba

Parecía que ese día Rebecca había olvidado ir al gimansio porque gruñó al lado de Sarocha, gesto que la princesa encontró tierno

-¿Podrían darnos 5 minutos?- pidió la princesa somnolienta sentada sobre la cama

-Para la próxima cierren la puerta y tendrán todos los minutos que quieran

El guiño que le lanzó su ama de llaves provocó el primer sonrojo del día en la princesa quien tardó en reaccionar pero lanzó una almohada en contra de Sarai

-¿Siempre ha sido así?

Rebecca había abierto los ojos topándose con aquella escena, las mejillas de su esposa se veían tan lindas coloreadas de rojo y su cabello despeinado hacía que su rostro estuviera descubierto, que bonita era Sarocha a todas horas.

-Desde adolescente, fue la primera en saber mi secreto y no le molestó en lo absoluto

-¿Así que besaba chicas en su habitación alteza?- el tono que usó Rebecca provocó que un escalofrío recorriera a la tailandesa

-Yo...

Becky se sentó en la cama y se acercó a su esposa, la distancia entre ellas era muy corta y ambas querían que ese beso ocurriera, llevaban ya varios días sin hacerlo y por alguna razón ambas lo ansiaban, la condesa pasó el cabello de su esposa detrás de su oreja y la observó con una sonrisa

(PAUSADA) Seré tuya, princesa ┊Freenbecky ┊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora