⚠️Puede que existan ships futbolistas.
Si no te gusta, no sigas leyendo⚠️
Un grupo de jóvenes luchadores por sus sueños de ser futbolistas se enteran de la muerte de Pablo Gavira. Al principio no le daban importancia pensando que se debía a una tont...
Recuérdame hoy me tengo que ir mi amor Recuérdame, no llores por favor Te llevo en mi corazón y cerca me tendrás A solas yo te cantaré soñando en regresar
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- Diego. - Dijo Lio llegando con el menor.
- ¡Lionel! Tengo que decirte algo muy serio. -
- ¿Que paso? - Pregunto Andres.
- Vos, alejate. - Scaloni tomó a Guardado por el hombro. - Salió una noticia afirmando que las huellas del cuchillo que habían encontrado eran tuyas. -
- ¿Yo? Pero si estuve toda la noche en casa de Memo. -
- No se sabe si es real, pero mientras mantente alejado de nosotros. - Dijo Diego abrazando a Lio.
- ¿Tu eres Andres Guardado? - Pregunto Vitor.
- Si señor. -
- Vienes conmigo. Después de lo que pasó no podemos dejarte libre. - Vitor tomó del brazo a Andres y se lo llevó.
Loa chicos se quedaron callados viendo como Andres trataba de explicarle al policía que el no había sido.
- Yo no creo que el asesino sea Andres. - Dijo Lionel. - Lo conocemos bien y sabemos que el no sería capaz de eso. -
Por más que sea tu amigo, no creas que no puede llegar ese momento en el que te destruya mental y físicamente.
- Quizás solo sea un mal entendido, Andres se quedó conmigo hasta tarde jugando play. - Contó Memo recordando lo que habían hecho el día del asesinato de Cris.
- Puede que sea como en películas. Andres toma el cuchillo y deja sus huellas ahí dándole ventaja al asesino para acusarlo. - Todos miraron raro a Diego.
- Si lo pensamos bien, puede que tenga razón. Por más ficticio que pueda escucharse, uno nunca sabe de lo que pasa en realidad. - Dijo Scaloni.
- Pero no sabes si fue así. - Dijo Aimar.
- Aun así se que Andres no podría ser el asesino. Los conoci a todos desde pequeñitos y ninguno sería capaz de eso. -
- Igual hace mucho no nos vemos, quizá y alguno cambio sus pensamientos. - Dijo Memo acomodando su pie para que no le doliera.
- ¿Tu crees? - Pregunto Scaloni.
- No lo sé. -
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