Brote de amor ∆Draron∆

Piedra Filosofal (parte 3)

Al despertar al día siguiente, Ron se encontraba solo en su dormitorio, listo para vestirse con su impecable uniforme y dirigirse a sus primeras clases del día. Con diligencia, se ajustó cada detalle de su atuendo, recogió sus libros y mochila, y salió de la habitación con determinación. Al llegar a la Sala Común, fue abordado por sus tres altos compañeros de habitación, quienes lo esperaban con entusiasmo para iniciar juntos la jornada académica.

- Buenos días, Ron - saludó Cédric con una sonrisa cálida, a la que Ron respondió de inmediato. - Según recuerdo después del desayuno te toca transformaciones con la profesora McGonagall, cuidado con llegar tarde a su clase - advirtió Cédric mientras tomaba su propia mochila. Juntos, junto a los demás, se encaminaron hacia el Gran Comedor, listos para enfrentar el día de clases con entusiasmo y compañerismo.

Al ingresar al gran salón, fueron recibidos por miradas curiosas que se desvanecieron rápidamente, dejando al cuarteto en paz para ocuparse de sus propios asuntos. Sin embargo, un par de ojos persistían en observar al grupo recién llegado, sin apartarse. El desayuno transcurrió con calma, aunque en ocasiones Ron y Draco intercambiaban miradas fugaces, un destello especial brillaba en ambos, creando una atmósfera intrigante en medio de la tranquilidad matutina.

Snape, sentado en la mesa de profesores, se volteó hacia la profesora Sprout, quien le devolvió una mirada cómplice. Luego, los ojos oscuros de Snape se desplazaron hacia la severa figura de la profesora McGonagall, sentada a su lado. Un breve intercambio de miradas entre los tres docentes pareció transmitir un mensaje silencioso, una conexión que solo ellos comprendían en medio del bullicio del Gran Comedor

Finalizado el desayuno, los amables Hufflepuff se ofrecieron a acompañar a Ron a su salón de clases, conscientes de que, como estudiante nuevo, podría perderse en los intrincados pasillos del castillo. Mientras caminaban, se toparon con Fred y George, los hermanos mayores de Ron, quienes al verlo se acercaron con grandes sonrisas y lo saludaron efusivamente. Los gemelos, conocidos por sus travesuras y buen humor, se unieron al grupo, dispuestos a guiar a Ron hasta su destino y asegurarse de que llegara a tiempo a su primera clase de Transformaciones con la profesora McGonagall.

- ¿Qué hacen aquí, chicos? - preguntó Ron con una expresión de sorpresa y curiosidad mientras dirigía su mirada hacia ambos hermanos. La presencia inesperada de Fred y George agregó un toque de alegría y familiaridad al grupo, generando una atmósfera de camaradería y complicidad en medio del bullicio del castillo de Hogwarts.

- ¿No es obvio? Venimos a ver a nuestro pequeño Rony -respondió Fred con una sonrisa traviesa, pellizcando cariñosamente la mejilla de Ron, quien se quejó levemente ante el gesto - ¿Cómo ha sido tu primer día en Hogwarts, Rony? - volvió a preguntar el gemelo, rodeando con un brazo a su hermano menor en un gesto fraternal. La presencia de Fred y George aportaba un toque de diversión y familiaridad al grupo, creando un ambiente acogedor y de apoyo para Ron en su nueva aventura en el colegio de magia.

- Pues, bien, supongo, dormí como un bebé - respondió Ron con una sonrisa, mientras continuaba caminando, sintiendo el peso reconfortante de sus hermanos mayores a su lado. A pesar del esfuerzo adicional que implicaba cargar con la atención y el cariño de Fred y George, Ron se sentía protegido y arropado por su familia en ese nuevo capítulo de su vida en Hogwarts.

- Tú ya eres un bebé - fue la respuesta unánime de todos los presentes, incluidos los miembros de Hufflepuff. La atmósfera se llenó de risas y complicidad, mientras el comentario en tono jocoso rompía la seriedad del momento.

- Bueno, ¿y ustedes qué se meten? - Pregunto un molesto Ron haciendo reír a todos - Sueltenme - Exclamó Ron apartando los brazos de sus hombros, miro a sus hermanos y amigos por última vez y entró al salón - La profesora aún no llega - susurro para sí mismo y se sentó en una banca solitaria que estaba hasta delante.