Capítulo I

24 0 0
                                    

14 de junio de 2023

Hoy fue un día extraordinario, a pesar del estrés del trabajo y de lo difícil que comienza a ser mi vida de adulto recién egresado, me di el tiempo de poder ir a ese evento que no sabía que cambiaría mi vida en esta etapa, pues, a pesar de haber conseguido lo más anhelado para mí, me sentía muy triste, sola y sin ningún rumbo. Al llegar a aquel evento pude verte, estabas de frente en tu puesto de Waffles, platicando con tus compañeros, quienes los preparaban y entregaban a los "clientes" siendo todo parte de un proyecto estudiantil, recuerdo haberme impactado con tus ojos, tan cafés y rasgados que hacían que te vieras tan adorable, ese peinado que, a pesar de ser tan común entre los chicos a ti se te veía espectacular... Me acerqué un poco apenada, tratando de disimular que habías llamado mi atención y evitando sonrojarme para poder hablarte y pedirte un Waffle jajaja.

Aún recuerdo tu voz preguntándome: ¿sencillo, con helado o con todo?; me fui demasiado apenada a observar los demás puestos que estaban cerca, pero no podía dejar de mirarte y de pensar en tu nombre, o si estarías disponible en ese momento. Recuerdo haberle preguntado a mi hermano sobre ti, no me dijo la gran cosa pero, solo quería conocerte y decirte lo lindo que te mirabas en aquel momento.
El tiempo pasó y mi estancia ahí también, a pesar de la diversidad de personas que se encontraban dentro del colegio mi mirada solo podía ser para ti, aún recuerdo haberle dicho a mi mamá que eras tan bello como los atardeceres rosas jajaja, me vió demasiado raro y trató de que me olvidara de ello, pues, ya no te volvería a ver en un largo tiempo. Quise acercarme para hablarte directamente, pero sentía demasiados nervios que me lo impedían y el hecho de pensar que arruinaría todo con ellos me hizo alejarme. Mi papá decidió que era momento de irnos del lugar, volteé a verte una última vez, y cabizbaja salí del Instituto.

Más tarde, en casa, uno de tus amigos llamó a mi hermano para jugar Fortnite, para mí fortuna, mi hermano no se encontraba así que tomé la llamada con toda la confianza que nos tenemos mi hermano y yo para esas cosas, y decidí preguntarle a él por ti:

-Hola wey - dijo él, sin saber que yo me encontraba del otro lado de la línea
- ¿Hola?, habla su hermana, ¿quien eres?
- Ay, perdón, ¿no está mi amigo? es que quería ver si puede jugar
- No está, pero yo le digo que te vuelva a marcar
- Gracias, nos vemos
- Oye, espera- Dije con la voz algo temblorosa, pues no estaba tan segura de lo que haría, pero por fin lo dije -¿tu estabas en el stand hace rato?
- Si, ¿por?
- ¿Conoces al chico alto, de peinado de librito, morenito que iba de negro?, ¿me podrías decir su nombre?
- Ah si, se llama Fabián. ¿te gustó?
- Gracias, mi hermano mencionó que se llamaba Hugo jaja. Si, es muy guapo
- Si quieres te paso su número
- Por favor, ¿no crees que le moleste?
- No lo creo

Terminó la llamada, y yo no sabía que hacer; si estaría bien o no mandarte el primer mensaje o solo dejarlo pasar. Deseaba mucho conocerte, pero lo que fueras a pensar de mi ante tal atrevimiento me preocupaba más... Pero no perdí más el tiempo, te envié ese mensaje.

Respondiste algunas horas más tarde, y de ahí, comenzó lo que sería nuestra pequeña gran historia.

Ese día no podía creer que hubieras contestado, pero al comenzar nuestra primera plática me di cuenta de que eres una buena persona y me interesaste muchísimo más... Que alegría que no te hayas comportado como un patán.

Atte: Alexa, la chica que se enamoró de ti a primera vista.

Love and LettersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora