𝐓𝟓 || 𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟒𝟗.

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─── 1 semana después

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─── 1 semana después.

'Realmente no tenemos que hacer esto.' Alianova hizo una leve mueca, al ver como Rebekah prácticamente le obligaba a entrar al probador.

'Si, tenemos que.' Dijo la rubia. 'Ha sido mi sueño poder organizar una boda, Freya prácticamente se casó en secreto y no me dejo ayudarle.'

'Además, es raro ver que Klaus Mikaelson esté a punto de casarse.' Hayley agregó. 'Ni en mis más locos sueños me lo hubiera imaginado.'

'Con Nik acordamos que queríamos algo simple, algo familiar. No hay necesidad de comprar un vestido.'

'¿Usaras tu famosa chaqueta negra?' Rebekah alzo sus cejas de manera divertida. 'Se que tú misma puedes hacerte uno, pero hay que vivir la experiencia total, una experiencia más normal.'

'No somos normales, Bex.' Alianova recalcó.

'Eso lo se. Pero créeme, he pasado por esta tienda miles de veces y he visto a las novias totalmente ilusionadas probándose un vestido tras otro. Este paso es uno de los más importantes y es bueno tener solo un poco de normalidad en tu vida, Ali.'

Alianova llevo su mirada hacia Rebekah al instante, nunca nadie le había llamado así, al menos no por parte de la familia Mikaelson.

'¿Ali?' Encarnó una ceja.

'¿No te gusta?'

'No, al contrario...' Contestó. '...es solo que no me habían llamado así en años.'

En el bullicio de la tienda, Alianova se sumergió en un mundo ajeno a sus habituales compromisos. La luz tenue de las lámparas colgantes resaltaba su rostro, revelando una expresión inusualmente relajada. Entre vestidos y accesorios, encontró una especie de normalidad que nunca pensó que experimentaría. Se dejó llevar por la experiencia, disfrutando de momentos simples que la conectaron con un poco de normalidad.

Sin embargo, a pesar de la aparente adaptación a la situación, en lo más profundo de su ser, Alianova todavía lidiaba con la idea de que su vida estaba por tomar un giro tan inesperado. La inminente boda con Klaus, el hombre que inicialmente no creía amar, la llevó a reflexionar sobre el cambio vertiginoso en su destino. A pesar de la falta de convencimiento inicial, Klaus había logrado penetrarse en su corazón de una manera única y profunda. Los dos días restantes hasta la boda se extendían ante ella como un camino incierto, pero con Klaus, se sentía segura y dispuesta a explorar este nuevo capítulo de su eterna vida.

[...]

El suspiro largo resonó en la tranquila biblioteca, un lugar que había sido concebido por Elijah, una suerte de refugio dentro del complejo. Aquellas paredes, testigos silenciosos de sus reflexiones durante el embarazo, eran un recordatorio de cómo buscaba escapar del tumulto emocional que rodeaba su vida. En esos momentos de soledad, intentó mantener a Klaus a raya, sumergiéndose en las páginas de libros que ofrecían un alivio temporal.

𝐌𝐀𝐃𝐍𝐄𝐒𝐒; klaus mikaelson.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora