La brisa de la mañana se hacía presente, el sol ya se había levantado e iluminó como siempre, gotas de lluvia caían de las manzanas pues pasó lloviendo la noche anterior. Lucas, de 24 años ya en ese momento estaba descansando bajo uno de los cuantos árboles del Edén Blanco, se había levantado muy temprano con la espera de que alguno de sus dos cuidadores se hiciera presente, especialmente San James quien fue el que estuvo para él en la mayor parte del tiempo.
Cuando Lucas cumplió 10 años, James le otorgó un rosario que podía convertirse en una espada, desde ese entonces le ha enseñado a defenderse con ella. Hoy era uno de esos días en los que le tocaba practicar, puede que haya adquirido habilidad con la espada pero era lo único que lo mantenía entretenido en el lugar.
Las ovejas comenzaron a pastar horas después, normalmente San James estaba ahí antes de que ellas empezaran con su labor.
- (Talvez llegará algo tarde...) - Pensó Lucas mientras observaba a las ovejas desde la distancia.
El joven se levantó y con su espada cortó una manzana del árbol para comérsela, mientras la masticaba pensaba en San Peter, llevaba un buen tiempo que no lo visitaba. Tragó lo que masticaba y empezó a caminar hacia la salida del Edén Blanco.
Si bien San James y San Peter tenían prohibido sacar a Lucas del Edén ambos de vez en cuando lo sacaban del lugar, almenos hasta el pueblo que James tenía a su cargo; Bethsaida. Las personas de ahí le tenían un gran aprecio a Lucas ya que curó a unos cuantos de una extraña enfermedad contagiosa.
Cuando Lucas se presentó a la entrada del Edén vió a San Peter, colgando de la nada por alguna extraña razón, como siempre.
- ¡Hey! San Peter - Llamó el joven al mayor, este se dió la vuelta y Lucas le sonrió.
- Lucas... ¿Qué haces aquí? - Cuestionó algo preocupado Peter.
- Bueno, tengo dos razones del porqué me presento aquí el día de hoy. - Lucas se acercó a la cruz blanca.
- ¿Y esas cuáles son?
- Uno... hace mucho tiempo que no te veo y dos... ¿sabes algo sobre San James? No ha llegado el día de hoy... ¿sabes si tiene algún inconveniente o algo?
- Uh... ¿Phoenix no ha llegado? - Phoenix era el ave amiga de Lucas, una bella ave que le hacía de mensajero tanto a Lucas como a San Peter. Lucas la crió desde que era un huevo.
- Enrealidad Phoenix no ha salido del Edén toda esta semana. - Phoenix tenía un oído muy bueno, tanto que solo salía cuando oía el silbato que poseía James, este era un indicador para la ave de que había Pergaminos que entregar.
- Ah... pues esto es algo malo, pero no hay que alarmarse... Uh... Lucas, ¿puedo pedirte un favor?
- ¡Claro que si, San Peter!
- ¿Podrías ir a investigar a Bethsaida a ver que es lo que ocurre? Iría yo mismo pero tu sabes... si estas cadenas llegaran a dejarme caer mi vida se acabaría.
- Lo entiendo mucho San Peter y no se preocupe, yo iré en este momento. - El joven se preparaba para correr hacia el pueblo hasta que Peter le lanzó un grito.
- ¡Espera, Lucas! - El mencionado se detuvo, San Peter se posicionó encima de él y derramó sangre. - Espero esto te proteja por si... ya sabes, algo malo pase, esperemos que no... ah y... que la Santa Madre no sepa que estás fuera.
La sangre se desvaneció en el cuerpo del joven - Muchas gracias San Peter... seré precavido. - Finalmente se fue del lugar con una gran determinación en su rostro.
La Santa Madre al parecer no se había percatado de las veces que Lucas ha salido del Edén Blanco así que Peter supuso que esta ocasión no sería la excepción.
.
Mientras Lucas corría hacia Bethsaida miraba a su alrededor, todo precioso como siempre, el verde pasto, los árboles verdosos con troncos marrones, le gustaba más que el Edén Blanco por su simpleza. Todo iba bien hasta que se topó con una cueva, paró en seco y la observó, se extrañó bastante ya que esa cueva estaba bloqueada por una gran roca la cual fue movida de su lugar. El joven se acercó con paso lento e ingresó al lugar, se sorprendió al ver un pedazo de tela toda sucia en el lugar.
- ¿Huh? - Tomó la tela y la analizó- ¿Puede ser posible que alguien haya vivido aquí? ¿Cómo? Este lugar es demasiado cerrado para que alguien...-
En ese momento escuchó pisadas afuera, tomó su rosario y lo preparó por si acaso, salió de la cueva y vio una figura femenina cubierta por una tela gruesa rosada, su respiración se escuchaba agitada.
- ¿Estás bien? - Lucas colgó nuevamente su rosario en su cinturón y se acercó a la mujer.
La mujer levantó su rostro, su cabello era azabache y sus ojos rosas con unas pupilas en forma de corazón cosa que fue de menos para Lucas ya que le sorprendió verla sangrar.
- ¿Quién... quién te hizo esto? - Lucas frunció el ceño algo molesto.
- ... Yo... yo solo quería algo de comer y... - La mujer se soltó en llanto cayendo en los brazos de Lucas.
Lucas la tomó y mientras la consolaba le preguntó que lo llevara al lugar del suceso.
La mujer lo tomó del brazo y lo llevó al pueblo.
- A-aquí... ellos... -Señaló a un puñado de personas que, al llegar, fijaron su mirada en los dos, parecían asustados.
Lucas se posicionó delante de la mujer y gritó:
- ¿Quién fue el responsable de hacerle esto a esta mujer? - Lucas miraba a la multitud quienes, aparte de estar asustados, estaban confundidos.
Esperaba una respuesta hasta que un hombre con voz temblorosa le dijo:
- S-San Lucas... eso no es un ser humano.
♱ Continuará ♱
Chavos chavos, cuando pueda voy a subir fotos de los personajes pq se me da mal describirlos. 😭
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Saint Lucas
De Todo⚠️ Advertencias: 1. Esta historia contiene elementos religiosos que pueden ser ofensivos para los creyentes, así que recomiendo no leer si eres cristiano o católico. 2. Esta historia puede contener lenguaje fuerte así como temas del mismo nivel inc...