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—Perdí a mi hijo —murmuro Hoseok más para sí mismo. Se sentía frustrado pero también preocupado por el paradero de su hijo mayor.

Sabía que Siu no era un muchacho débil, pero tampoco podía estar seguro de que se encontraba a salvo con la situación en la que todos estaban.

Su mente se llenaba de preguntas y también de escenarios trágicos que prefería desechar rápidamente.

¿Cómo le explicaría a Yoongi que había perdido al niño?

—¡Perdí a mi hijo! —chillo y cubrió su rostro con las manos. —¡Qué pésimo padre soy!

—Tranquilo —Jungkook sonrió nervioso. —Lo más seguro es que se encontró con Taehyung en el camino. Lo mandé con los niños a buscar refugio.

El hada levantó la mirada al escuchar sus palabras.

—¿Estás seguro? —pregunto con duda. —¿Qué pasa si...? ¡¿Qué pasa si no lo encuentro?! ¡¿Qué pasa si...?!

—Hoseok

—¡¿Qué pasa si se lo comió un animal?!

—Hoseok —volvio a llamarlo. La vena en su frente se marcó con impaciencia, pero el hada lo ignoro otra vez, parecía entrar en pánico.

—¡¿Y si solo encuentro sus huesos?! ¡¿Qué es lo qué le diré a Yoongi?!

—¡Hoseok ya! —Jungkook lo tomo de los hombros y lo samarreo un poco para que volviera en sí. —Debes controlarte.

El elfo lo sacudió un poco más. Hoseok apenas podía responder, pues, ahora se sentía mareado por los bruscos movimientos.

—No pienses de forma negativa —regaño Jungkook cuando lo solto. —Estoy seguro de que Siu se encuentra muy bien ¿De acuerdo? Además no creo que sea momento de hablar de eso —dijo y señaló hacia su espalda, dónde el pequeño Yoonjin estaba.

El adolescente miraba la escena con curiosidad, pero manteniéndose al margen de la situación. Sus ojos mostraban preocupación por el estado de su padre y por todo lo que estaba ocurriendo.

Era apenas un niño de doce años. Estaba en el bosque, de noche, con muchas cosas que al parecer querían matarlos y además había perdido a su hermano mayor.

Hoseok suspiró y se giró para ver a su hijo y se acercó a él con una sonrisa. Lo último que quería era preocupar aun más a su hijo menor.

—¿Estás bien? —pregunto y corrió uno de los mechones de los ojos del menor. Yoonjin frunció el ceño.

—Tienes sangre —señalo los nudillos lastimados de su padre.

Hoseok negó con la cabeza. —No es mi sangre, estoy bien —aseguro.

Yoonjin frunció el ceño. No estaba conforme con las palabras de su padre, pero tampoco tenía deseos de discutir.

—¿Y mi hermano?

El hada trago y sonrió nervioso. —Bueno, pronto lo vamos a encontrar. No tienes que...

—¿No está aquí? —pregunto.

—No, bueno... —Hoseok suspiró. —Jungkook creé que podría estar con Taehyung y sus hijos.

—¿Cree? —Yoonjin ladeó la cabeza y miró a su padre con curiosidad. —¿No está seguro entonces?

—No, no lo está —respondió y forzó una sonrisa. —No tienes que preocuparte. De seguro está bien.

—¿Y si no es así?

—Qué buena confianza tienes en tu hermano, hijo —dijo en broma y revolvió el cabello del menor. —Él estará bien.

El adolescente frunció el ceño. Abrió la boca, para seguir discutiendo, pero pronto se calló al notar como las manos de su padre temblaban.

EternalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora