BLOOM

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Parte 2

Cerca de la una de la tarde, se despidió de Nat, que dijo que iría a visitar a su mamá. Él, en cambio, se dirigió hacia el edificio donde Zee trabajaba. Los Panich eran conocidos por ser dueños de una compañía de entretenimiento, enfocándose en actores y idols. Zee trabajaba como abogado para la empresa, pero era también un accionista, por lo que no debían preocuparse jamás por ingresos. Los padres de Nunew, en cambio, eran altos ejecutivos de un banco. De allí surgió la deuda de los Panich con los Perdpiriyawong, pues mucho tiempo atrás, los Panich pasaron por un período financiero difícil y los Perdpiriyawong les ayudaron a mantenerse a flote.

Entró al enorme edificio de quince pisos, siendo reconocido enseguida por los guardias y las recepcionistas. Mientras se subía al ascensor, escuchó los susurros.

―Viste tan mal, ¿seguro que es de clase alta?

―Me da lástima el señor Panich, obligado a casarse con ese omega que no le ha traído ninguna ventaja...

―La señorita Janis era mejor opción para él...

Cerró sus ojos brevemente. Janistar Phomphadungcheep era una alta ejecutiva que trabajaba en la empresa, y según había escuchado, estuvo en la lista de posibles esposas para Zee. Además, era muy amiga de su alfa.

Una vez, a inicios del matrimonio, Nunew demostró su inseguridad respecto a ella. Zee le sonrió, amable, y le revolvió el cabello.

―No te preocupes ―le dijo el alfa― ella es sólo una amiga, Nu.

Nunew le creyó. Ahora, no estaba muy seguro de eso, pero no lo iba a demostrar.

Se bajó en el piso catorce, donde Zee tenía su oficina. Mientras caminaba por el pasillo, se encontró con la madre de su alfa, que le hizo un gesto para llamar su atención.

―Hola, señora Panich ―saludó, haciendo una inclinación―. ¿Cómo ha estado?

―Deja las formalidades, Nunew ―dijo ella, sosteniendo unas carpetas negras. La madre alfa de Zee era sorprendentemente alta, con el cabello corto y negro, piel pálida y un porte elegante―. Eres mi yerno, ¿todavía no te acostumbras a que somos familia? Eres un Panich ahora.

Sonrió con disculpa, un poco avergonzado. Sabía que la madre de Zee no tenía malas intenciones, pues ella siempre se caracterizó por ser comprensiva con él. Sin embargo, siempre que hablaba lo hacía con fuerza, y sus palabras las escuchaba todo el mundo. De seguro la gente a su alrededor estaba pendiente de la conversación.

―Lo siento, seño... Hyorin ―corrigió a último momento.

―Así me gusta más ―la mujer le miró con aprobación―. ¿Vienes a ver a Zee? Ha estado un poco estresado últimamente, le hará bien tu compañía. Estamos por debutar a un nuevo grupo y debe hacerse cargo de todos los trámites legales de...

Escuchó en atento silencio, a pesar de que por momentos se perdía en la conversación. Nunew no entendía muy bien cómo funcionaba eso de los negocios, no fue educado para ello, pero no sería tan grosero como para ignorar lo que le decía su suegra.

―En fin, no te entretengo más ―suspiró Hyorin― Ve con Zee. Oh, sí, ¿todavía no hay un cachorro en camino?

Nunew forzó una sonrisa en su rostro.

―Con Zee estamos trabajando en eso ―le aseguró.

Hyorin asintió con aprobación.

―Un cachorro sería bueno en estos momentos, me gustaría ser abuela ya ―comentó, antes de despedirse y seguir su camino.