Dame tu amor y otra oportunidad

El pacto

El pacto

Los miembros del consejo miraban fijamente al joven que había irrumpido en plena reunión, exigiendo que se le tomara en cuenta, por ser unos de los involucrados en el asunto.

-Sesshoumaru-sama, por favor espere afuera.

-No. También están hablando de mí en esta reunión y ya me aburrí que estén poniendo tanto problema.

-Este asunto concierne sólo a los miembros del consejo de Konoha -le dijo Homura, tratando de ser lo más descortés que podía con el chico-. Como le dijo Koharu, este tema sólo se tratará a puertas cerradas y usted no tiene ningún asunto que discutir aquí.

-Creo que el joven Sesshoumaru tienen muchísimo que tratar aquí, ya que es uno de los involucrados directamente con el problema.

-Discrepo con usted, Sarutobi-sama. El joven no tiene nada que hacer en la junta, nosotros estamos viendo por el bienestar de la aldea.

-Y deduzco que por ende, piensan que mi presencia es la que lo evita. Ustedes piensan que me trasformaré en el demonio que ustedes esperan que sea para destruir de una vez por todas la aldea.

-No sabemos si se va a transformar, como usted lo dice, pero nada nos asegura que no va a influenciar a nuestro Hokage.

-Homura-san, creo que se está sobrepasando -dijo el líder del clan Uchiha. Una cosa es que no estuviera en muy buenos términos con el Hokage, pero estaban especulando sobre algo que no había pasado en un año, que les decía que podía pasar en un tiempo más. Y si fuera así él y su clan, estaban para proteger la aldea.

-No, espere -dijo Sesshoumaru acercándose al viejo y parándose tras él para susurrarle al oído, pero lo suficientemente fuerte como para que el resto lo oyera- ¿Qué es lo que le molesta? -el hombre se sobresaltó por el sonido de la voz del joven- ¿Qué sea un demonio... o que no haya reaccionado a sus asquerosas insinuaciones?

Todos en la sala clavaron la mirada en el hombre que parecía haber palidecido unos cuantos tonos más.

-¡¿Perdón?!

-Minato. Cálmate, por favor -le dijo Choza, agarrándolo del brazo.

-Sesshoumaru, ¿Qué fue lo que quisiste decir?

-Lo que escucharon -dijo caminando y poniéndose junto a Minato, que lo miraba de una manera que no podía descifrar -. Uno de los días que me dejaste con los niños en el despacho porque tuviste que salir por un llamado de los otros Kage, él vino a verte, al no estar tú le dije que se retirara, pero me preguntó por qué estaba contigo, me interrogó y me comenzó a preguntar cosas de alto tono, por lo que le dije que se retirara. Fue cuando trató de acercarse.

-¡Eso es una mentira!

-Como iba diciendo... -dijo mirando al hombre de manera intimidante- cuando se me acercó utilice una de mis técnica, cortándolo en la parte del antebrazo derecho, sólo así se retiró.

-Homura-san -dijo Hiashi parándose junto a él- ¿Podría mostrarnos su brazo?

El hombre miraba a todos los presentes. Ciertamente había tratado de acercarse al menor, su belleza le atraía, al igual que su poder, pero esto lo ponía en una muy mala posición.

-No sé de qué se trata todo esto, pero no estamos aquí para juzgar eso.

-Ciertamente, Koharu-san, pero como dijo Sesshoumaru-san nos gustaría saber las verdaderas prioridades de los miembros del consejo.

-Tzume-san tiene razón, si su motivo es el bien de la aldea, pues será tomado en cuenta, pero si es por despecho, creo que sería mejor que se retirara de la reunión.

-Apoyo lo que dice Sarutobi-sama, si está aquí porque mi prometido lo rechazó, le pediré que se retire. Y le dejo claro ahora -se acercó al hombre hasta tenerlo a un metro de distancia-, no lo quiero ver cerca de mi pareja, de ningún miembro de mi familia.

Las palabras del hombre fueron tan llenas de rencor que no le quedaba duda de que habría consecuencias si lo hacía. Homura Mitokado salió de la sala dejando a todos en silencio. Minato estaba más furioso que en el principio y ya le estaba aburriendo la insistencia que tenían los otros dos que quedaban que estaban contra su matrimonio.

-Esto ya se está alargando demasiado, por lo que preguntare ahora y por última vez. Recordándoles que su respuesta no influenciara en nada mi decisión de casarme con Sesshoumaru; por lo que empezaré a preguntar, quien está a favor y quien en contra.

Miró a su derecha, donde se encontraba sentado el crecer Hokage y el cual le sonreía.

-Hiruzen Sarutobi.

-A favor

-Shikaku Nara

-A favor

-Hiashi Hyuuga

-A favor

-Danzou

-En contra

-Choza Akimishi

-A favor

-Koharu Utatane

-En contra

-Inoichi Yamanaka

-A favor

-Fugaku Uchiha

-A favor

-Tzume Inuzuka

-A favor

-Bien con un total de siete votos a favor y dos en contra, no queda nada más que discutir, mi matrimonio se efectuara en un mes, el mismo día que daré a Inuyasha mi apellido, obteniendo con ello todos los beneficios que conlleva ser hijo del Hokage.

-Minato, creo que hay algo más que querías decirnos.

-Así es, Sarutobi-sama. Quiero que se haga un pacto en el consejo, nadie, absolutamente nadie podrá hablar en algún futuro, sobre la procedencia de Sesshoumaru o mis hijos.

-¿A qué se refiere, Hokage-sama? -Preguntó Koharu, más molesta que en el principio de la reunión.

-No quiero que mis hijos sean discriminados. Ustedes saben de la naturaleza de Sesshoumaru e Inuyasha, además de saber que Naruto es un contenedor, por lo que no quiero que salga de estas paredes -se detuvo y abrió la puerta llamando a Homura, que aún permanecía afuera. Le dijo lo mismo que a los demás-. No se los pido como hombre, esta vez, se los estoy exigiendo como Hokage.

-Si lo pones de ese modo, no hay nada que digamos nosotros -le dijo Sarutobi, poniéndose de pie al igual que los demás-. Se hará como tú lo has dicho. La naturaleza de tu familia no será rebelada, a no ser que tú lo decidas.

-Bien, entonces se levanta la reunión.

Todo el mundo salió de la habitación y adentro sólo quedaron Sesshoumaru y Minato. El rubio se acercó a su amante y lo abrazó por la cintura.

-¿Por qué no me lo habías dicho? ¿Por qué no me hablaste del acoso de ese viejo?

-Porque sabía que podría servir a futuro. Sabía que algo por el estilo podía pasar y yo tenía en mis manos a ese maldito.

-Oh, bien -dijo besándolo fuertemente en la boca-. Por eso te amo. Eres un maldito demonio aprovechado.

-Lo sabías desde un principio.

Minato vio como enarcaba la ceja. Oh sí, su matrimonio sería muy divertido.