◦♡◦ My pretty doll ◦♡◦「Historia ErrorInk」(Reescribiendo)

XI

Ժ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴〜Error〜 ╴ ╴ ╴ ╴ ╴

La noche de ese mismo día cayó con rapidez. 

El sonido de nuestros teléfonos comenzaba a estresarme, pero sabía que no debía responder. No sabría que decir de todos modos si me preguntaban por ti, así que simplemente los dejé sonar hasta que parasen.

Miré el reloj repetidas veces, las horas pasaban sin que pudiera percatarme bien de eso, solo quería verte a ti.

Un rostro adormilado era lo que miraba, aquellos rasgos que tanto me encantaban de ti parecían no tener ese mismo brillo cuando dormías, pero estaba decidido a mantenerte así por el tiempo que se me permitiera. 

Por un momento mi mente se preguntó la razón por la que quería tenerte a mi lado a cualquier costo. Y aunque inicialmente no podía comprenderlo muy bien, solo tenía vagas ideas, al final concluí con que no podía soportar la sola idea de verte con alguien más. No después de todo lo vivido. 

No después de descubrir la verdadera belleza de tu ser.

Al final caería rendido luego del tan agotador día que tuvimos.

Nuevamente las insistentes llamadas fue lo que terminó por despertarme. Eran aproximadamente las 9 de la mañana. Desganado me aparté de tu lado un momento, solo para poder lavar mi cara y despertar un poco más. Luego del par de minutos que me tomó la tarea, al regresar parecías estar despertando. Frunciste el seño apenas los rayos de luz pegaron en tu rostro, yo miraba atento desde el marco de la puerta.

—Mmh... ¿Error?

Susurraste en lo bajo mientras tu mirada se despistaba entre la habitación.

—Aquí estoy cielo ¿Necesitas algo?

—Quiero vomitar...

—Te traeré un par de medicamentos, estarás bien.

Y te dejé solo unos momentos. Sabía que uno de los efectos secundarios de esos sedantes eran las nauseas, aunque no creí que llegaría a ser un problema, aunque pensándolo bien, no podía confiarme en que podía lidiar contigo mientras estuvieras completamente consciente.

No tuve mejor opción que simplemente darte lo que ya te había dado antes. De todas maneras, estabas tan mal como para darte cuenta.

Junto con un vaso de agua volví. Me miraste agotado, o más bien vacío.

—¿Tú... Eventualmente me dejarás ir, cierto?

Preguntaste. No sabía que responder a aquello, verte libre no era algo que tuviera contemplado, pero debía asegurar la situación.

—Si.

Respondí, y luego de eso tomaste las pastillas.

Esperaré ansioso el momento en que nuevamente tu rostro retome el brillo de tu lucidez, pero por lo mientras, podría sacar provecho de verte inconsciente.

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