Capítulo VI

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Percatándose que no podían hacer nada más por el momento, todos los estudiantes se fueron por su lado, es así como el cuarteto regresó al snack bar, era el único lugar que les agradaba de todo el edificio. Heeran escuchó como Seungbin y Jinha mandaban a llamar a Dabeom, fingió no escuchar nada, fingir demencia, intervendría si llegaba a ser necesario.

Se mantuvo concentrada en su teléfono, repasando las fotos que habían. Su mayoría era sobre artículos que salían de ella y su familia, todos opinando y juzgando cada mínimo detalle. Por más espantosa que fuera la situación, no sentía ni una pizca de tristeza por estar lejos de su familia.

Centró su atención en sus amigos, notando que Dabeom ya había llegado y ahora estaba sentado junto a sus amigos, se veía nervioso, así que Heeran agarró una silla y la ubicó al lado del chico. De alguna manera, Dabeom se sintió menos nervioso al sentir la presencia de la pelinegra a su lado.

-Ey, otaku — llamó Kyungjun dirigiéndose a Dabeom —. Los juegos son tu especialidad. ¿Existía este juego anteriormente?

-No, yo tampoco lo había visto nunca antes — respondió —. Y no soy un otaku.

-Está bien, lo siento. De todos modos, ¿qué tenemos que hacer para ganar este juego?

-Es lo mismo que el juego de la mafia — Dabeom dijo, con un tono de obviedad —. ¿Nunca lo han jugado?

-¿Quién no lo sabe, maldito? — Kyungjun sintió la mirada de Heeran sobre él, la chica lo mirada con severidad por como le hablaba al contrario.

-Entonces aprende a preguntar de la manera correcta, Kyungjun — sugirió la pelinegra —. Es lo más lógico que el juego funcione de la misma manera. Eres el único que sabe si eres un civil o la mafia hasta que mueres. Necesitas descubrir quién desempeña qué papel. Los médicos y la policía están del mismo lado que los civiles. Gana el equipo que mate primero al otro equipo.

-Mierda, ¿cuándo vamos a encontrar a toda la mafia? — se quejó Seungbin —. Oye, ¿y si matamos a quién sea? Entonces el juego terminará.

-Dijiste que también eres un civil — recordó Jinha —. Sólo tenemos que matar a toda la mafia. ¿Por qué matar a todos?

-Dice que los mates a todos, idiota — Seungbin le mostró su teléfono a Jinha.

-¿Por qué matarías a tu propia equipo? Ni siquiera puedes matar a nadie. Sólo estás mintiendo — regañó Jinha aunque su tono era tranquilo —. Estabas muy asustado cuando otros murieron...

-¡Maldito! — Seungbin golpeó la mesa con la palma de su mano —. ¿Cuándo alguna vez tuve miedo?

-¿Por qué tienen que discutir sobre temas sin importancia? — Heeran frunció su ceño, pasándose su mano por su cabello.

-Choi Joo ganó. ¿Por qué murió si era la mafia?

-Yo tampoco lo sé realmente — Dabeom se puso nervioso al sentir la mirada seria de Kyungjun —. Dice que la mafia debe matar a alguien. Debe haber habido una razón por la que Joowon fue asesinado en lugar de un civil.

-¿Qué pasa si un civil mata a la mafia? — el rubio miró a la pelinegra —. ¿Eso está permitido?

-Eso no está en las reglas, así que no lo sé — Heeran se encogió de hombros.

-Reunamos a toda la mafia y digámosles que maten a sus propios compañeros de equipo — sugirió Jinha, Seungbin estuvo de acuerdo con él, ambos diciendo que era buena idea y sonaba bien.

-Dios, idiotas. ¿Qué parte de eso suena bien? — ambos chicos se desanimaron ante lo dicho por Kyungjun.

-El simple hecho de que lo digamos no quiere decir que así será, chicos — Heeran dijo, haciendo que ambos no estuvieran tan desanimados —. Lo único que les puedo asegurar es que estarán dudando de nosotros por lo de Joowon.

Jinha observó por unos minutos a Dabeom, entregándole los palillos para que pudiera comer el ramen que estaba sobre la mesa. Cuando Dabeom los aceptó y empezó a comer, Jinha empujó el teléfono del primero hacía Kyungjun.

-¿Qué estás haciendo? — interrogó Dabeom deteniendo sus movimientos.

-Podemos comer contigo una vez que hayamos confirmado si eres un aliado o un enemigo — explicó Kyungjun.

-¿Qué estás haciendo? ¡Dame mi teléfono! — Heeran se corrió con un silla al ver como Dabeom se ponía de pie con un movimiento brusco, seguido a eso Seungbin se puso de pie también y golpeó el abdomen del chico con un puño.

-¡Yah, Seungbin-ah! — la pelinegra alejó a Dabeom del rubio, preguntándole si estaba bien.

-Mierda. Es igual que el nuestro. El papel no aparece — se quejó Kyungjun.

-Dabeom... Sueltame... — pidió la chica sin alzar la voz, solo para que ambos escucharan. Lo que estaba sucediendo era que el chico repentinamente agarró su muñeca con fuerza sin razón aparente.

-Lo sabías desde el principio, ¿no? Sabías que ellos iban a hacer eso — Heeran negó, estaba siendo sincera, ella no tenía idea.

-¿Qué está pasando? — Seungbin se acercó hacia los dos, percatándose de como estaba lastimando a su amiga. Rápidamente la liberó del agarre y la puso detrás de él —. Ah... Maldito, a ella no la toques.

-¿Estás bien, Hee? — Kyungjun la jaló sin lastimarla hacia él, haciendo que la chica quedara sentara sobre una de sus piernas, por lo que aprovechó para revisar su muñeca —. Si no fueses tan pálida de seguro no se notaría la marca. Ustedes dos, agarren a ese idiota.

Jinha y Seungbin agarraron a Dabeom, obligándolo a mentenerse boca abajo en el piso, el chico forcejeaba pero los otros dos tenia que más fuerza, por lo que le era imposible lograr liberarse.

-Devuélmelo ahora — exigió Dabeom.

-Espera. Todavía necesito comprobar algo, antes no lo necesitaba pero tu error fue actuar contra Heeran — Kyungjun rodeó la cintura de la chica con su brazo por si ella intentaba ayudar al chico, aunque lo dudaba ahora —. Si puedo usar el teléfono de otra persona para votar, puedo orientar los votos como quiera.

Dabeom exigía que lo soltaran, cosa que claramente no sucedió. Heeran se estaba cuestionando internamente si ayudar al chico o no, pero temía que volviera a actuar de manera repentina y las cosas se tornaran peor de lo que eran.

-Oye, elige a alguien. Lo presionaré por ti — pidió Kyungjun a Dabeom.

-No quiero.

-Entonces votaré por ti — Kyungjun presionó el nombre de Jin Dabeom en el teléfono del mismo, confirmó su voto pero la aplicación dió el aviso de que la votación había fracasado.

-No sé puede votar en nombre de alguien — afirmó Heeran.

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DRAMA [Night Has Come] | ᴋʏᴜɴɢᴊᴜɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora