Final

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El hombre se encargó de pedirle a ambas que se calmaran, no llegarían a nada si seguían como iban. Le sorprendía mucho ver a Heeran luego de tantos años, a su hija, la cual alguna vez pudo tener en brazos para adorarla y amarla tanto como solo él, un padre, sabía hacerlo. Su niña tenía absolutamente toda la razón, él ya no se encontraba tan de acuerdo con su esposa, ya no. Era consciente de que había mejores maneras, claro que si, pero no había pensado en eso hasta que las cosas se escaparon de control, su esposa ya no estaba bien, y él no quería esto para nadie.

-Quieres que todo eso acabe, ¿no es así? — susurró el hombre con suavidad a su hija, contemplando esos bonitos ojos que esta tenía, era una lástima que el ambiente en el que había sido criada era la causa de esa mirada cerente de emociones —. Realmente lo siento mucho, mi pequeña, no era justo arrastrarte a esto, ni a ti, ni a quienes aprecias.

-Tu también quieres que esto acabe, ya no es lo que querías es un principio — ella afirmó, sosteniendo la mano del hombre —. Debieron pensar en cuando era necesario detenerse. No pueden continuar con esto, si lo hacen, ella será la más afectada. Y puedo asegurar, que a pesar de todo lo que pasó, Seeun no quería ver a sus padres en esto.

-¿Pero que puedo hacer? Me es muy díficil convencerla para detener esto, lo he intentado antes — realmente lo había hecho, muchas veces, por el bien de todos —. Solo quiero justicia por mi hija. Y tu, como mi otra hija, mereces ser feliz de igual manera.

-Ayúdame — pidió con una mirada suplicante, pero también sincera, algo que solo haría con él, tenía claro que era más consciente de la situación que su pareja —. Ayúdame a convencerla y que termine con eso. Si eso sucede, me encargaré de hacer pagar a quienes lastimaron a Seeun, lo juro.

El hombre lo meditó por unos cortos segundos, asintiendo rápidamente, quería terminar con esto rápidamente. Ambos se acercaron con pasos lentos a la mujer, esta estaba sentada mirando hacía el suelo, con la mirada perdida.

-Mamá — llamó Heeran con fingido cariño, aunque le era difícil, la palabra mamá jamás había salido de su boca dirigida hacía quién era su “madre”, pero estaba determinada a manipularla un poco para poder salir —. Por favor, solo quiero lo mejor para ustedes, no quiero que sigan lastimándose de esta manera.

-Pero quiero justicia por tu hermana... ¿Qué debo hacer entonces? — la mirada de la mujer seguía sin moverse, por lo que la chica tuvo que agacharse para poder mirarla mejor.

-Terminen con esto, termina con esto — pidió nuevamente con una leve sonrisa, agarrando las manos de su verdadera madre, dándoles suaves caricias —. Me encargaré de hacerlos pagar, pero sin que nadie se ensucie las manos en el proceso. Hacerlo de la manera, como a Seeun le hubiese gustado. Ella le temia a la sangre, odiaba la violencia, las discusiones, las emociones negativas... Todo lo que ella odiaba y a lo que le temía, lo estás utilizando como tu forma de cobrar venganza. ¿Es eso justo?

La mujer fijó su mirada en la de su hija, aquellos ojos ahora reflejaban un cariño, desapareción, tristeza, pero sobre todo, determinación y seguridad, guiándole a creer plenamente en todo lo que esta le decía —. Ella debe estar decepcionada de mi, ¿no? Me he convertido en una persona despreciable, casi como quienes la lastimaron.

-Pero podemos arreglarlo, cariño — el hombre puso una mano sobre el hombro de su esposa, dándole a entender que no estaba sola —. Confiemos en lo único que nos queda, en nuestra niña, ella se encargará de hacer justicia.

-No descansaré hasta que reciban su merecido castigo — aseguró la adolescente. La mujer pareció pensarlo un poco más, finalmente sonrió un poco y a su vez asintió, no quería decepcionar a lo único que le quedaba, aunque ella no pudiese estar a su lado.

DRAMA [Night Has Come] | ᴋʏᴜɴɢᴊᴜɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora