Amor en flor

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La alarma sonó y esa era la señal para que [T/N] se levantara...sacó una mano de entre las colchas para apagar la alarma del celular, pero lo tiró al suelo y la alarma siguió sonando...media dormida se sentó en la cama y recogió el teléfono y apagó la alarma. Arrastró sus pies hasta el baño y se pegó en el meñique derecho con el borde de la puerta

—Uuuuhhhggggg...—gimió [T/N] despertándose por completo con el dolor...estaba acostumbrada a golpearse, caerse, tropezarse, cortarse, quemarse e incluso chocar con la gente o con las cosas accidentalmente...lo cierto era que [T/N] era muy torpe...y por lo mismo siempre estaba preparada para curar lesiones. Se dio una ducha y sonrió triunfal al no caerse mientras se daba una ducha o resbalarse. Fue a su habitación y se vistió. Bajó las escaleras y se cayó golpeándose el trasero en el ultimo tramo de las escaleras. Con cuidado se puso de pie, y fue a la cocina. Preparó su desayuno y milagrosamente no se quemó ni se cortó así que para ella esa fue una gran victoria. Después del desayuno, cepilló sus dientes, se colgó su bolso y se puso el casco de su moto scooter. Condujo hasta la tienda y sonrió feliz al ver que no chocó con nadie ni que se cayó o perdió el equilibrio de la moto. La estacionó fuera de la tienda y comenzó con el proceso de abrirla.

Luego de poner música, regar las plantas, cambiar el agua de las flores, barrer y limpiar superficies el computo de lesiones fueron:

1. Una canilla amoratada producto de un golpe con una maceta

2. Una leve caída por resbalarse con el agua que escurrió de las macetas

3. Un pantalón mojado en la zona del trasero

4. Un dedo cortado con papel de la impresora

Luego de abrir la tienda como de costumbre llegó la señora Ishikawa, ella era una señora de unos ochenta y tantos años que todos los días compraba un ramo de flores de estación para su casa y los viernes sin excepción compraba un ramo de camelias blancas

—Esta vez me llevo el ramo de los viernes...—le dijo la señora sonriendo, [T/N] se sorprendió y tiró el lápiz que tenia en el mesón al suelo y cuando fue a recogerlo se pegó con el canto del mesón en la frente—¿[T/A]-san, estás bien?—le preguntó preocupada y alarmada la señora Ishikawa y [T/N] le sonrió nerviosa mientras se sobaba la frente

5. Un chichón en la frente

—Ah, pero no es viernes aún...—le dijo [T/N] evitando verbalizar que, si le había dolido mucho el golpe y extrañada de que la señora Ishikawa comprara las flores de los viernes un día miércoles, entonces la señora Ishikawa sonrió tristemente

—Hoy es el aniversario de la muerte de mi esposo...—le explicó la señora Ishikawa y [T/N] mordió su labio inferior para evitar llorar, le dolió ver esa sonrisa triste en el rostro de la señora Ishikawa...le hizo recordar a su abuela quien también se quedó sola porque su abuelo murió antes que ella, al igual que su hija y su yerno...ver a la señora Ishikawa sonreír triste por la pérdida de su esposo era como ver a su propia abuela sufrir por la pérdida de su único amor y de su única hija...

—E-entiendo...—murmuró [T/N] asintiendo—L-lo siento...—agregó mientras caminaba rápidamente hasta las camelias blancas que estaban en agua, sacaba un ramo y luego iba al mesón para envolverlas...[T/N] sabía perfectamente cual era el significado de esas flores...su corazón se sintió triste y pesado mientras las envolvía...realmente quería llorar, por el golpe en la frente y por lo que esas flores significaban...pero no quería hacerlo frente a la señora Ishikawa...realmente esperaba jamás enamorarse de nadie porque no quería sentir el dolor y la perdida que la señora Ishikawa sentía o sentir el dolor que sintió su abuela...