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—Muy bien, ¿viniste con tu novia? —le pregunto Honda-san sorprendido de no ver al hijo de su amiga llegar con alguno de sus hermanos si no con una chica bastante linda quien al escuchar que era su novia se puso muy roja. Honda-san sonrió, llevaba mucho tiempo en ese circo y sabía muy bien como era que se veía una pareja de enamorados y ellos se veían justo como Kento y su esposa se veían hace años cuando fueron por primera vez a comer ahí...

Sukuna iba a responder, pero un poco de su saliva lo atragantó cuando jadeo nervioso y en vez de salir su voz salió una tos de perro

—N-No...—dice después de toser dos o tres veces

—S-somos amigos...—responde [T/N] quien de la vergüenza tiró las servilletas que estaban en el mesón frente a Honda-san al suelo—Ah...—jadeó [T/N] agachándose a recogerlas, entonces Sukuna puso su mano en el borde del mesón para que cuando [T/N] se levantara no se golpeara en el canto. Honda-san los veía divertidos y les sonrió a ambos

—Honda-san, ella es [T/A-T/N], [T/N], él es Honda-san, es amigo de mis padres...—les presentó a ambos

—Un gusto...—dijo [T/N] haciendo una reverencia y Honda-san se la respondió con otra

—Lo mismo digo—le respondió feliz Honda-san —Bueno...siéntense ya les llevo la orden de siempre...—les dijo sonriendo y Sukuna asintió y llevó a [T/N] a la mesita cercana a la trastienda

—Acá es más tranquilo y acogedor...—le dijo Sukuna a [T/N] quien asintió mientras Sukuna le ayudaba a sentarse y le acomodaba la silla para que se sentara bien —¿Qué quieres para beber?— le preguntó Sukuna sin sentarse aún

—Uhm....u-un j-jugo...—balbuceó [T/N] nerviosa y Sukuna asintió para ir detrás del mesón y sacar dos jugos y dos vasos

—¿Dos especiales, entonces? —le preguntó Honda-san

—Si, dos especiales...y gyosas al vapor, por favor...—le pidió Sukuna y Honda-san asintió sonriendo feliz. En silenció observó como Sukuna y su amiga se comportaban, Sukuna se preocupaba de que ella estuviera siempre cómoda, era muy cuidadoso de que no se golpeara con la mesa o con las demás cosas alrededor. Honda-san vio como Sukuna le sirvió con cuidado jugo a [T/N] y como estaba atento a todo a su alrededor. Al principio la chica estaba nerviosa, pero luego cuando se dio cuenta que el lugar era tranquilo comenzó a relajarse más y más y para cuando llegaron las gyosas ella ya estaba sonriendo y conversando animadamente con Sukuna quien sonreía feliz y hablaba igual o más animado que ella

—Gyosas...—les dijo Honda-san dejando las gyosas en medio de la mesa junto con la salsa de aderezo para luego seguir con los dos especiales de ramen

—Gracias—le dijo [T/N] feliz y Honda-san asintió. Entonces [T/N] miró a Sukuna quien tomó los palillos para sacar una

—Son muy sabrosas, tienen mucha carne...—le dice Sukuna entusiasmado untando la gyosa en la salsa y luego ofreciéndosela a [T/N] quien roja como tomate se acercó a la gyosa con la boca ligeramente abierta y Sukuna la puso con cuidado dentro de su boca

—Mmmmm...—gimió [T/N] sintiendo como su boca se hacía agua y sus papilas gustativas le daban un orgasmo en la boca, la sensación de la masa cocida al vapor, el sabor ligeramente picante, mezclado con el umami de la salsa hacían una fiesta en su boca y cuando le dio un mordisco la carne con las verduras se esparcieron en su cavidad—Delishioshash...—murmura [T/N] cubriendo su boca con una mano y asintiendo feliz, Sukuna sonrió feliz apoyando su cabeza en su mano sin los palillos para ver a [T/N] disfrutar la gyosa

Amor en florDonde viven las historias. Descúbrelo ahora