Amor en flor

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—¿Eh?—le preguntó [T/N] sin entender...había revisado la semana pasada su celular y no tenía respuesta de Sukuna y esa misma mañana había revisado pensando en que tal vez Sukuna si le había contestado pero no tenía mensajes de parte de él—No me dijiste nada...—le dijo [T/N] mostrando el chat que tenía con Sukuna

—Pero si yo te escribí...—le dijo Sukuna confundido, aunque ahora que lo pensaba tal vez Siri no lo mandó. Para asegurarse sacó su celular y comenzó a revisar sus chats, pero si lo envió —Aaaaah...—sonrió triunfal—¿Ves? — le dice Sukuna a [T/N] mostrándole su chat en donde el sí mandó el mensaje [T/N] abre su boca y le quita el celular a Sukuna para leer el mensaje

—¿A...comer ramen? — le pregunta [T/N] nerviosa viendo el mensaje y luego a Sukuna el doble de nerviosa

—Bueno...si no te gusta podemos ir a otro lado... — murmura Sukuna rascándose nerviosamente la nuca...por algún motivo el que [T/N] leyera el mensaje en persona y ver sus reacciones en vivo le ponía un poco nervioso y el dolor del pecho y del estómago se intensificaron un poco...desvió su mirada tratando de no verla para evitar ponerse más nervioso y sentirse inseguro, pero [T/N] le regala una gran sonrisa, una sonrisa tan hermosa que Sukuna comenzó a sentir calor en su rostro

—Me gusta el ramen...vamos...—le dijo [T/N] entusiasmada —Pensé que me habías ignorado...—murmuro sin pensarlo mucho haciendo un pequeño puchero

—C-claro que no...¿por qué lo haría?—murmura Sukuna viendo su café y las barritas de limón que Ryo había dejado en el plato para ambos

—Porque...tal vez te parecí problemática...además me conociste recién y me tuviste que llevar a la clínica...—murmura nerviosa [T/N] siendo de pronto muy consciente de lo atractivo que era Sukuna a pesar de los tatuajes que lo hacían ver aterrador. Tenía los brazos musculosos y los antebrazos con venas marcadas, los hombros eran muy anchos y se notaba que se ejercitaba...[T/N] tragó saliva recordando que esos brazos la tomaron en brazo en más de una oportunidad...con razón decía que no pesaba...esos brazos debían levantar al menos unos 150 kilos fácilmente...se movió incómoda en el sofá notando la cercanía de ambos y miró a Sukuna un poco avergonzada

—¿Te gustan las barras de limón? —le preguntó Sukuna de pronto

—La verdad si...están muy buenas...no las había probado antes...—le dijo [T/N] notando que Sukuna no las había tocado, pero las miraba con ganas de comerlas

—Son muy buenas ¿no? —le sonríe Sukuna y [T/N] asiente nerviosa...la primera vez que fue a una cita a ciega el chico con el que quedó se empezó a burlar de ella porque se notaba estaba sobre peso y se había pedido algo para picar mientras tenía la cita así que desde ese entonces cada que iba a las citas a ciega sólo pedía un trago o un vaso de agua con hielo y esperaba que la tortura pasara así que ahora que estaba con Sukuna inconscientemente temió comer porque él podía burlarse de ella pero por el contrario Sukuna tomó el plato de las barritas de limón y se lo pasó y luego se puso de pie de un salto y caminó al mesón y sacó el plato que estaba en la vitrina con al menos unas 20 barras de limón y caminó con el plato de la vitrina hacia el sofá. [T/N] lo miró sorprendida mientras se sentó a su lado con el plato de la vitrina en su regazo

—Pero...acá nos sirvieron...—murmuró [T/N]

—Son muy pocas...además todas las barritas de limón de la tienda son mías...—le dijo Sukuna terminándose la tercera barra de limón de un bocado—Mmmm son muy buenas...—sonrió feliz mostrando todos sus dientes, [T/N] vio el plato que Sukuna había dejado en su regazo como regalándoselo y en el plato había unas 10 barras de limón