Después de haberse encerrado en el baño e ignorar como el contrario lo llamaba, decidió meterse en la ducha y darse un baño helado para así poder bajar aquella erección que le había dado ese simple manoseo con el colorado.
Su mente en ese momento se había convertido en un completo caos, se sentía completamente culpable. Estuvo besándose y manoseandose con alguien que acababa de pasar por una situación tan atroz como una violacion. No podía hacer eso, no era correcto, no era ético, se sentía fuera de sus cabales al haber hecho eso, se sentía sucio. Sin darse cuenta comenzó a fregarse el jabón con intensidad, necesitaba quitarse esa sensación de encima. Sentía que se estaba aprovechando de Valentin, no podía hacerle eso, no podía hacerse eso.
Los llamados cesaron, se sentía más tranquilo, sin la presión que sentía por la voz de Valentín que resonaba por detrás de la puerta del baño. Cerró la canilla de la ducha, decidido a salir. Se vistió y cruzó el humbral. Sabía que iba a tener que enfrentar la situación y comentarle sobre lo que había sucedido hace minutos atrás no era posible, que aquello estaba completamente mal. Iba a ser difícil, pero debía hacer lo correcto.
Al salir al pasillo no vio a nadie, al parecer el colorado se había rendido. Preocupado de que se haya ido el morocho comenzó a buscar por toda la casa, sin encontrar rastros del otro. Asustado salió a la calle a ver si lo encontraba, pero a penas abrió la puerta delantera de su casa lo vio allí, sentando en un escalón, con sus manos en sus mejillas, mientras sus codos eran apoyados en sus rodillas. Su rostro lucia entre decepcionado y triste. Decidió acercarse lentamente y sentarse a su lado.
—Hola, Valen...—el contrario ni lo miraba, seguía en su mundo— perdón por lo de recién, pero lo que pasó recién....—suspiró y miró hacia la vista del de piel blanquecina se desviaba—fue un error, no debió suceder, no debimos hacer eso....acabas de tener una situación traumatica...no puedo permitirte hacerte esto...—sintió como las lágrimas poco a poco se acumulaban en sus ojos y como el nudo de si garganta se iba haciendo más fuerte, se sentía horrible— no te lo tomes como que no me atraes ni nada...pero...no sé si es buen momento para desarrollar esto que tenemos, solo....creo que necesitas estar mejor para poder tomar esta decisión. Además, esto no es ético, Valen—apoyó su mano en el hombro del menor de estatura y sonrió forzadamente.
Sin recibir respuesta alguna, Barco tomó al rededor se sus brazos a Giay, proporcionándole un abrazo que fue recibido con gusto y devuelto por el morocho, permitiéndose a ambos llorar en el hombro del otro. Uno por sentimientos de verdadera culpa y el otro solo para fingir verdadera tristeza por lo que había ocurrido.
Se alejaron por unos pocos centímetros y se sonrieron mutuamente.
Para Valentin todo iba como lo había planeado o iba para el mismo lado. Pero para Giay, sentía que todo un poco se le estaba yendo de las manos.
Agustín se alejó más del rostro del contrario, sentía que si seguían mirándose así cometería el error anterior otra vez.
—No te preocupes, Agus—sonrió levemente— entiendo tú punto, pero espero que cuando todo esté mejor, yo esté mejor podamos retomar aquello que dejamos sin terminar—lo último uso una voz coqueta haciendo reír al mayor, el cual solo asintió.
Se levantaron de allí y volvieron a entrar a la casa. Fueron hacia la cocina, con todo lo que había pasado, no habían podido desayunar. Agustín preparó el desayuno, unas tostadas con palta y huevo revuelto con un té para acompañar. Comieron tranquilamente, sin decir una palabra, en un cómodo silencio. Ya todo estaba arreglado, ya todo estaba mejor entre los dos.
Mientras el colorado daba bocados a su tostada pensaba en qué iba a hacer ahora, como iba a hacer que el contrario caiga en su trampa, por ahí debía fingir interés por ayudarlo a resolver su caso. Pero a la vez debía encontrar la forma de seguir cumpliendo su propio deber, ya encontraría el momento de hacer sus deberes, por ahora debería encontrar la manera de seducir a aquel tonto y sentimental detective.
Cuando se llenaron lavaron y se cambiaron para dar un paseo por la ciudad, ya que el morocho le había comentado a Valen que desde que volvió no había recorrido la ciudad. Y que de la última vez que estuvo allí no recuerda nada ya que fue hace mucho tiempo.
Tomaron lo necesario para salir y recorrieron todo lo que pudieron, terminaron en un shopping. Recorriendo por allí los estómagos de ambos sonaron, era hora de almorzar ya. Eligieron un lugar para comer, pidieron su orden y la esperaron. Mientras esperaban Agus mandó a Valentín a buscar una mesa libre para ambos. Este fue sin chistar, al encontrar una se quedó ahí mirando atentamente hasta que al contrario le den su orden de hamburguesas. Cuando lo vio le hizo una seña y este se acercó, dejando la bandeja en el medio de la mesa. Cada uno tomo su hamburguesa y disfrutaron de ella.
Lo que resto del día fue tranquilo, charlaron de cosas triviales y de lo que amaban, se sentía tan cómodo el morocho hablando con aquel chico. Sentía que era único.
La noche llegó obligandolos a ambos a volver al hogar del más alto. Valentín preparó la cena para ambos con las cosas que había. Cuando ya degustaban la deliciosa comida el teléfono en la sala comenzó a sonar, haciendo que Agustín se levante rápidamente de su silla e ir hasta allí. Al contestar no podía creer lo que le estaban diciendo, para él era imposible, DEBÍA ser imposible, no podía ser verdad aquello.
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Holaaa, volví. Cómo están???
Bueno gracias por leer, los tqmmm💗
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𝐾𝑖𝑙𝑙𝑠ℎ𝑜𝑡 🫀 • (𝐴𝑔𝑢𝑠𝑡𝑖𝑛 𝐺𝑖𝑎𝑦 × 𝑉𝑎𝑙𝑒𝑛𝑡𝑖𝑛 𝐵𝑎𝑟𝑐𝑜)
Fanfiction🫀Au🫀 Donde Valentín es un asesino obsesionado con Agustín, un investigador privado , miembro de la policía ⚠️advertencia⚠️ Contenido sensible Violacion (no hay descripción gráfica, solo se nombra) Valentín=22 Agustín=25