𝐃𝐞𝐯𝐢𝐥 𝐄𝐲𝐞𝐬 || 𝐻𝑎𝑛 𝐿.

Chapter Seven

𝐎𝐌𝐍𝐈𝐒𝐂𝐈𝐄𝐍𝐓𝐄

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AL AMANECER YA TODOS estaban listos para cumplir con sus partes del plan.

— Después de esta misión, indiscutiblemente conservaremos ese traje— comentó mordiendo su labio inferior levemente mirándolo de arriba a abajo queriendo que su mente guardara esa imagen para posibles fantasías haciendo sonrojar al pelinegro.

— Ahg, que asco me dan. Si se van a decir esas obscenidades háganlo a solas, no delante de mí— se quejó Román sacudiendo su cuerpo queriendo borrar esa escena de su mente.

— Que no te coma la envidia, Román, eso es malo— se burló Han con una sonrisa victoriosa subiendo a la patrulla policial.

— Hobbs está del otro lado de la ciudad— informa Mia mirando a Dom— No habrá mejor oportunidad.

— ¡Todos listos, llegó la hora! ¡Primer equipo en posición, corran!— ordena en voz alta el ex-convicto.

— Nos veremos en un rato— se despidió apoyada en el marco de la ventana— Cuídate.

— Igual. Adiós— se dieron un pequeño pico como despedida.

Richelle miró la patrulla de Han salir de la bodega, así que decidió acercarse a Vince para ayudarle con el otro auto policiaco.

— Y cuéntame grandote, ¿Que ha sido de tu vida?— pregunta casualmente mirando el motor del auto.

— Pues... Tengo un hijo, su nombre es Nico y mi esposa es una maravillosa mujer— el hombre sonrió con felicidad y Richelle lo acompañó en aquel sentimiento, estaba tan feliz por su amigo.

— Me alegra que estés bien y que hayas logrado tener una familia— felicitó.

— ¿Y que hay de ti? Te he visto feliz con el japonés— Vince levantó sus cejas mirandola.

— Sí, lo estoy. Él es lo que al parecer siempre he buscado en una pareja— dijo cruzada de brazos.

— No puedo creer que por fin hayas sentado cabeza, apenas ayer estabas seduciendo policías para librarte de problemas— Richelle rió con ganas al escucharlo.

— ¿Que puedo decir? Seducir hombres siempre ha sido mi fuerte— hizo su cabello hacía atrás como una diva. Vince rió por unos segundos antes de cambiar drásticamente su rostro.

— ¡Policía!

Vince corrió junto a Richelle para intentar escapar de los agentes, escucharon un estruendo pero no voltearon a ver. Debían escapar.

Dos de los agentes los interceptaron apuntandoles con las armas.

— ¡Al suelo con las manos en la cabeza!— exigieron. Al verse acorralados no tuvieron más opción que obedecer. Los reunieron a todos en un lugar, por lo que se podía escuchar Dom y el agente Hobbs peleaban a puño cerrado.

Estos dos cayeron al suelo, luego de atravesar una ventana. Mia y Richelle exclamaban a gritos el nombre de Dom para que dejará de pelear con Hobbs.