6. DOBLEMENTE ATRAPADOS

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De regreso con el líder Jiang, éste se encontraba caminando de manera ansiosa hacia el jardín de los lotos, apreciando los suaves colores que el cielo le devolvía, siendo estos naranjas, rosas y amarillo, acudiendo a su mente la imagen de Lan XiChen sonriendo, tiñendo sus mejillas de un suave carmín, al recordar su sonrisa.

El solo pensar que debía tener conversaciones tan serias con su sobrino le estaba comenzando a dar jaqueca, apretando las sienes con los pulgares, intentando calmarse.

Encontró a Lan XiChen escribiendo una carta que debía enviar a su hermano, informando acerca de su estadía por unos cuantos días en Yunmeng Jiang junto a su sobrino y unos cuantos discípulos. Vio como elegantemente deslizaba el pincel sobre el papel, en una postura correcta y una pulcra caligrafía, y sin apenas detenerse, levantó la mirada, dedicándole una sonrisa que a Jiang Cheng le pareció demasiado brillante.

"Esa sonrisa", fue su pensamiento inicial, sonriendo de manera inconsciente ante ello. Su corazón latía a mil por hora cada vez que veía aquella sonrisa, cada vez que descubría a Lan XiChen mirándolo intensamente o cada vez que recordaba los momentos íntimos que habían compartido, como los de esa misma mañana. Jiang Cheng se sorprendió al despertar y encontrarse durmiendo sobre Lan XiChen, quien a su vez lo abrazaba. Ciertamente impactado Jiang Cheng tuvo el pensamiento de que Lan XiChen era lo primero que quería ver al despertar y lo último al irse a dormir, descubriendo cuan profundos eran sus sentimientos por el Lan mayor. Le asustaba y abrumaban los sentimientos románticos que comenzaba a tener por Lan XiChen, no quería caer enamorado, pero tampoco quería retroceder, quería descubrir lo que sentía realmente por él.

Jiang Cheng se sentó frente al Lan, suspirando pesadamente, sobándose sobre el puente de la nariz, mientras Lan XiChen terminaba de escribir la carta, sellándola en un sobre azul y enviándola en una paloma mensajera, con destino a Gusu Lan. Lan XiChen pudo notar el aura cansada del otro.

—WanYin —llamó, acercándose a él.

—Mmm —gruñó, a modo de queja, manteniendo los ojos cerrados por la jaqueca que le estaba dando al pensar en los posibles escenarios y charlas incómodas que tendría con Jin Ling.

—¿Recuerdas lo que hicimos esta mañana? —sonrió, con cierta picardía emanando de sus ojos ocre.

Jiang Cheng se tensó al instante, con un violento sonrojo apoderándose de sus mejillas, pero tuvo una idea que le pareció divertida.

—Lo recuerdo con claridad... desvergonzado, pero debemos hablar de tu castigo —murmuró, mirando al Lan crisparse por unos cuantos minutos, soltando una risilla nerviosa. Sin perder tiempo, Lan XiChen se colocó detrás de Jiang Cheng, comenzando a masajear sus hombros, notándolos tensos.

—¿De qué castigo hablas, WanYin? —se interesó, intentando desviar el tema de conversación, dando un masaje suave a los hombros tensos de Jiang Cheng.

—Del castigo que tienes pendiente conmigo, Lan XiChen —replicó, sin dejar que el otro dejase su tarea.

—¿Y por qué estoy castigado, WanYin? —quiso saber, sin tener idea alguna de haber hecho algo malo o quebrantar alguna regla del clan de Yunmeng, a pesar de no conocerlas del todo.

—Por causar sensaciones desconocidas al líder de Yunmeng Jiang —contó, y de un solo arrebato, se separó de Lan XiChen, desplegó a Zidian en todo su esplendor y lo ató de manos, evitando electrizarlo.

Lan XiChen por su parte se hallaba ciertamente nervioso, así que opto sabiamente por quedarse quieto, dejándose envolver por Zidian, aceptando el castigo que el líder Jiang le daría.

—Oh... las sensaciones que he causado, ¿han sido buenas, WanYin? —se atrevió a preguntar Zewu-Jun, siendo derribado por Jiang Cheng en el medio del jardín de los lotos, con el atardecer surcando el cielo.

DOBLEMENTE ATRAPADOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora