01.

17K 1K 31
                                    

— Tan solo quiero que me ayudes con este favor que te estoy pidiendo —se acercó al omega—.

— Pero... ¿Y tu esposa? —se alejo del pelinegro y lo vio directo a los ojos—.

— Ella... ella ya no importa aquí, solo quiero que me ayudes.

¿Sería buena idea aceptar?

No, eso era una vil locura. Su esposa bien podría darle aquel heredero que el quería, ¿Por qué le había pedido tal locura a él? todo tenía que ser un sueño, si eso era. Un sueño del cual ya quería despertar...

Aunque claro esa cantidad de dinero  que el Alfa le ofrecía era demasiada. Eso lo podía ocupar para los tratamientos de su abuela, pero si aceptaba. Su Nana, como él, la llamaba estaría decepcionada de su nieto y el no quería eso.

Pero.

¿Cómo es que conoció a Jeon Jungkook y le ofreció tal locura?


|Tres meces atrás, Corea del Sur|

6:00 pm.

Taehyung estaba por salir de su casa para irse a su trabajo. Un Club nocturno que era algo famoso en Corea del Sur, llegaban hombres prestigiosos, desde Empresarios, abogados y otros hombres más.

Iban por dos simples cosas, para ir a tomar unos cuantos tragos, oh para divertirse con omegas y betas que trabajaban en dicho lugar.

Kim Taehyung era un chico de veintiún años quien tan solo vivía con su abuela -la cual estaba enferma-. ¿Sus padres? Ya no los tenía con el, habían tenido un trágico accidente automovilístico junto a su hermana mayor, el omega tenía apenas seis años cuando eso pasó.

<< Años atrás. >>

— Taehyung, cachorro —llego un alfa de cabello oscuro, con una leve sonrisa en su rostro—. ¿Estas seguro de que no quieres ir con nosotros?

Serán solo dos días en los que estaremos fuera —esta vez hablo una hermosa omega de cabello castaño—.

— De verdad no quiero ir, quiero quedarme con mi Nana. No quiero dejarla sola.

— Bien —hablo su papá—. Pero te portas bien y no la hagas de enojar.

— Tampoco comas muchos dulces —advirtió su mamá—.

— No lo harésonrió—. Tengan un buen viaje.

— Gracias cachorro, te amamos. No lo olvides.

Ambos mayores dejaron un suave beso en la cabeza del menor y salieron de casa. Ah los pocos minutos bajo una alfa de cabello rojo que apenas se lo había pintado.

— Nos vemos en dos días, enano —dejacomodo el cabello del pequeño niño—. Te traeré muchos dulces, pero no le digas a nadie —le dijo en un susurro—.

Está bien, este secreto estará a salvo con TaeTae.

La alfa sonrió y dejó un beso en la mejilla del niño, después salió de casa.

Mi dulce obsesión.~                             || KOOKV OMEGAVERSE ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora