3| Somos sobrevivientes, no asesinos

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AVISO: A partir de aquí narra más de un personaje :)

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19 de abril de 2050
Hora: 13:09 pm.

Blue Lazer

Astrid estaciona el coche cuando llegamos al escondite.

Me bajo tan pronto como puedo y siento que todo el aire me pesa.

Las lágrimas siguen saliendo, luego de lo sucedido, me quedé con una sensación amarga en el pecho. Astrid y Owen se hicieron cargo del resto. Al final, me quedé sola en el coche, pensando.

A pesar de las veces en que ellas me han repetido que no soy una asesina, desde mi punto de vista es como si hubiera perdido una parte de mí. La más vulnerable de todas, la que tenía guardada y cuidando de que nada malo le pase. Y ahora perdí esa parte, y a pesar de que el pecado del mundo este presente en mí. He perdido lo que me hace humana.

Trago amargo, siento un nudo en la garganta. Porque de verdad me ha asustado, me ha paralizado y me ha tenido temblando desde hace horas.

No quiero volver ahí.

Por ahora solo necesito tiempo, sé que, a pesar de que todo esto se ha sentido horrible, no puedo abandonar ahora. Hemos llegado muy lejos estos dos años.

Camino hasta el container y ni siquiera me despido de Owen y Astrid. Las lágrimas vuelven a rodar por mis ojos, lo cual no me agrada en lo absoluto. Soy una persona como cualquier otra, pero duele llorar para mí porque lo que lloro es todo lo que siento cuando algo es sensible a mí.

En pocas palabras, todo.

Oculto mi rostro con la sudadera de Owen, me la ha prestado para secarme las lágrimas aunque no ha servido de nada. Porque más siguen corriendo por mis mejillas. Pero se lo agradezco.

Camino con el estruendo de mis botas contra el suelo, donde veo a lo lejos las siluetas de Mid y Dante. Me giro tan rápido como puedo, no quiero que me vean en este estado, y por un momento entro en pánico cuando oigo que me llama.

__¡Blue! __grita Mid, llamándome.

Lo único que puedo hacer es correr.

Lo menos que quiero ahora es complicar las cosas. Y el hecho de que me sienta mal no justifica las acciones que he cometido. Y se siente como si la realidad me pegara como un balde de agua fría.

Entro al container y me quito las botas. Sorbo por mi nariz.

Recuesto mi cabeza en la almohada e intento cerrar los ojos para olvidar toda esta mierda. Pero la imagen sigue repitiéndose en mi cabeza y eso solo provoca que la ansiedad me paralice de pies a cabeza. Ni siquiera yo tengo idea del por qué mi cuerpo reacciona de esta forma. Pero me he asustado mucho.

Sustelto un suspiro tembloroso cuando la puerta gigante de acero se abre, dejando ver a quien menos quiero ahora.

Su expresión es indiferente como siempre, oculto mi cara dándome la vuelta y sus pasos se acercan hasta que siento como su peso cae a mi lado del pequeño colchón.

__Me oíste, pero no hiciste caso __murmura en un tono demandante __¿Puedo saber por qué?

En mi cabeza busco mil excusas que no me parecen convencionales.

Misión Killer 2.0Donde viven las historias. Descúbrelo ahora