𝐈𝐈

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𝐅𝐢𝐟𝐭𝐡 𝐲𝐞𝐚𝐫 - 𝟏𝟗𝟗𝟓

Hermione entró en la habitación, con Crookshanks retorciéndose en sus brazos.

—Se pone insoportable cuando vamos a tomar el tren, pareciera como si lo supiese. ¿Cómo haces para que Noctem esté tan tranquilo? —preguntó, viendo al gato negro que se encontraba descansando sobre uno de los baúles.

—Tranquilo dices... —Elena rio— Eso es porque no lo has visto en las madrugadas.

—Entonces esos eran los ruidos que escuché la otra noche. —respondió pensativa.

—Si, se pone a invocar demonios o quien sabe qué. —dijo, alzándolo.

Ambas chicas rieron saliendo de la habitación, y entraron en la que se encontraban Harry y Ron, quienes estaban terminando de empacar.

— ¿Les falta mucho? —preguntó la pelinegra.

— Ya casi estamos.

—Igualmente no podemos irnos todavía —comentó Hermione— Ojoloco dice que no están todos los miembros de la guardia aún.

—¿La guardia? —se extrañó Harry— ¿Necesitamos una guardia para ir a King's Cross?

—Ustedes necesitan una guardia para ir a King's Cross —lo corrigió, mirándolo a él y a Elena.

—¿Por qué? —preguntó Harry con fastidio— Tenía entendido que Voldemort intentaba pasar desapercibido, así que no irás a decirme que piensa saltar desde detrás de un cubo de basura para matarnos, ¿Verdad?

— Hey, yo dije algo parecido. —Elena rio ligeramente— Pero bueno, guardia o no, yo me voy. No quiero perder el tren. —añadió, mirando un reloj que había en la pared.

Salió al pasillo con su gato en sus brazos, el cual maulló en desagrado cuando escuchó el grito de la señora Weasley indicándoles que vayan bajando.

El camino hacia la estación aparentaba ser normal, pero tenía toda una estrategia detrás para "proteger" a Elena y Harry. Muy a su pesar, los habían tenido que separar, porque según ellos eran un blanco fácil estando juntos. Se subió a un taxi, como quien no quiere la cosa, junto a Hermione, Ominis y Remus Lupin, y suspiró. Su emoción característica por volver a Hogwarts no estaba presente este año, y en su lugar una ola de preocupaciones le carcomían la cabeza.

Una vez dentro de la estación, se quedaron con disimulo junto a la barrera que había entre el andén número nueve y el número diez hasta que no hubo moros en la costa; entonces, uno a uno, se apoyaron en ella y la atravesaron fácilmente, apareciendo en el andén nueve y tres cuartos, donde el expreso de Hogwarts escupía vapor y hollín junto a un montón de alumnos que aguardaban con sus familias la hora de partir.

—Ahí están. —señaló Lupin, y no pudo evitar reír al ver a Ojoloco cargando con el equipaje de todos. Entró cojeando por debajo del arco mientras empujaba un carrito donde llevaba los baúles.

—Todo en orden. —murmuró al llegar, junto a Tonks y Harry, y un enorme perro negro— Creo que no nos han seguido...

Unos instantes después, el señor Weasley apareció en el andén con Ron y Ginny, y casi habían terminado de descargar el equipaje del carrito de Moody cuando llegaron Fred y George con Molly.

—Bueno, cuídense mucho. —dijo Lupin estrechándoles la mano a todos. Por último, se acercó a Harry y le dio una palmada en el hombro—. Tú también, Harry. Ten cuidado.

—Sí, no te metas en líos y ten los ojos bien abiertos. —le aconsejó Moody al estrecharle la mano— Y esto va por todos: cuidado con lo que escriben. Si tienen dudas, que no se les ocurra mandarlas en sus cartas.

Suspiria | Harry Potter/Mattheo Riddle [ES]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora