𝐈𝐕

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𝐅𝐢𝐟𝐭𝐡 𝐘𝐞𝐚𝐫 - 𝟏𝟗𝟗𝟓

La biblioteca estaba más tranquila que de costumbre, con solo el sonido de un par de hojas que se encontraban volando por los aires y un par de susurros provenientes de otros estudiantes.

No excedía de concentración últimamente. Sentía la presión de los O.W.L.s sobre ella, y estaba casi segura de que no alcanzaría ni siquiera un ''Extraordinario" en la mayoría de asignaturas. 

¿Siquiera sabía que quería hacer en el futuro? La verdad es que no lo tenía claro. Seguir los pasos de su padre como aurora era lo que más le tentaba hasta el momento, pero de vez en cuando se sorprendía a ella misma pensando sobre seguir viviendo en Hogwarts y enseñar, aunque sin poder imaginar en que materia. 

Tenía la cabeza metida en su tercer, y por suerte último, libro del día. Había aprovechado que era fin de semana para adelantar sus estudios, a los cuales sabía que no les había dedicado el tiempo correcto. 

Elena suspiró, mirando hacia la ventana. Notó como el sol ya había desaparecido por completo y giró su cabeza hacia el reloj de la pared: 21:53 h. 

"Perfecto", pensó con desgano, sabiendo que se había perdido la cena. Cerró el libro y comenzó a ordenar sus cosas sin apuro, después de todo, no tenía nada más que hacer aquel sábado en la noche. 

No le molestaba tener tiempo para ella misma, al contrario, pero no evitó sentir una ráfaga de ansiedad cuando recordó que Harry si tenía planes esa noche, y sin ella. Finalmente, sus vagos intentos de alejar a Cho Chang de su mejor amigo fueron en vano, y bastaron un par de semanas para que comenzaran a salir juntos. 

Cada vez que Harry le pedía motivos para no salir con ella, no era capaz de encontrar excusas, y evidentemente, confesar sus sentimientos no eran una opción. Era de esperar que el muchacho creyera que ella no tenía interés alguno, por lo que decidió pasar página. 

Aún así, Elena no podía evitar pensar en que había algo malo con Cho; probablemente eran sus celos, pero le gustaba creer que realmente tenía un mal presentimiento. 

Vio como los últimos alumnos se iban retirando de la biblioteca, dejándola sola con la Sra. Pince, más adelante, en su escritorio. No era una mujer muy amigable, pero sin dudas su extensión del turno de los fines de semana ponía a la chica muy feliz; normalmente la biblioteca cerraría a las 20 h, pero habían tenido consideración con los estudiantes nocturnos. 

Guardó los últimos libros en una de las estanterías cercanas, y dio un rápido vistazo, casi sin querer, a la Sección Prohibida; tuvo que volver su mirada, al notar que había unos pequeños restos de magia azul, casi imperceptibles. 

Miró rápidamente al escritorio de la bibliotecaria, la cual se encontraba perdida en alguna novela. Dio un par de pasos lentos hacia la reja que separaba ambas secciones, fijando su vista en el suelo delante de ella, viendo esas pequeñas luces flotar con el ceño fruncido.

El reloj marcaba las 22 h, y estaba a punto de darse vuelta para finalmente irse, pero un susurro la hizo congelarse en su sitio:

—Elena...

Observó el pasillo frente a ella, completamente oscuro, pero ahora con un camino de color azul trazado en el piso.

Madame Pince la sacó de su shock, cerrando su libro con fuerza y atinando a ponerse de pie para revisar si quedaban estudiantes en las mesas. No lo pensó dos veces, tomó su bolso, y colgándoselo en el hombro, sacó su varita del bolsillo. Se escondió detrás de una estantería, donde conjuró sobre ella misma el encantamiento desilusionador, volviéndose casi invisible. 

Suspiria | Harry Potter/Mattheo Riddle [ES]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora