"This Boy" by Franz Ferdinand
Es un maldito Canadiense. Canadiense. Y ruidoso. Temerario, entusiasta, más rico que los siete mares y muy, muy Canadiense.
¿Es que ese pequeño acento nunca iba a volverse viejo? Probablemente. Porque Matthew no es más que un amargado crítico y el volumen de esta bola de energía de mejillas rosadas es horrendo, psicópata.
"Soy Gunwook, Gunwook Park," su voz retumba de inmediato en la entrada, levantando una mano para estrechar fuertemente la de Matthew. Enjambres de hombres entran al piso, cargando maleta tras maleta tras cajas cuidadosamente embaladas. Porque, al parecer, el nuevo compañero de piso ha traído toda una casa con él. "Encantado de conocerte, amigo. Supongo que vamos a vernos un poco de aquí en adelante," continúa sin problemas con un tono que Matthew sólo puede describir como alegre-para su horror. El rostro del muchacho se encuentra plasmado con una sonrisa permanente, aparentemente todo el tiempo al borde de la risa, y tiene una aureola de cabellos dorados. El brillo de sus ojos celestes es adorable, igualando perfectamente a su entusiasmo.
Pero a Matthew no le importa porque él ya ha decidido que odia a esta abrumadoramente ruidosa persona que ha destruido completamente el Tiempo de Matthew, pisando sus alas. Mucho.
(Por no hablar de su estilo, que es atroz. Prácticamente tiene un ejército de sirvientes y sin embargo, ¿opta por llevar una camiseta de Las Tortugas Ninjas? Nada choca más con Guilty by Gucci).
"Bueno. No necesariamente," Matthew responde sin formalidades, retirando su mano casi inmediatamente después del contacto, cruzando sus brazos. Se para erguido, manteniéndole la mirada. Matthew es muy bueno en mantener la mirada.
Gunwook (que es un nombre feo, Matthew decide) inclina la cabeza perplejo, sus ojos libres de cualquier ofensa y sus manos apoyadas en las caderas en dominante casualidad. "¿Qué quieres decir?" Matthew resopla despreocupadamente, deslizándose lejos. "No importa. Voy a dejar que desempaques mientras busco algo de comer." Saca su billetera y es justo en ese momento, cuando una mano pastosa se asienta en su brazo.
Esplendido.
"¿Puedo ayudarte?" Matthew, sin molestarse siquiera en filtrar su disgusto, dirige una mirada mordaz a los cálidos ojos azules ante él.
Pero Gunwook, aparentemente sin darse cuenta de cómo interpretar señales de comportamiento, simplemente sonríe y responde con: "Mi asistente va a desempacar todo"-¿¿asistente??-"así que voy contigo. Yo invito."
Matthew cruza sus brazos una vez más. "Eso es realmente dulce de tu parte, cariño. Pero puedo pagar por mi mismo, gracias."
"¡Por supuesto que sí! Pero eso no cambia que yo lo esté ofreciendo. Vamos, creo que el chófer aún se encuentra afuera. Gracias, amigos." El muchacho añade, deslizando casualmente dinero en las manos de los hombres que traen las últimas pertenencias de Gunwook.
¿El chófer aún está fuera? Matthew definitivamente no va a ser capaz de manejar este mundo. "Por mucho que me guste un buen chófer, prefiero caminar. Así que-"
"¡Excelente! Necesito un poco de aire fresco después de estar atrapado en ese maldito coche todo el día. No puedo soportar estar sentado tanto tiempo. Es jodidamente aburrido."
Y antes de que Matthew logre comprender lo que está pasando, está siendo acompañado por la calle y aturdido por una vivaz y abrasadoramente entusiasmada charla. (¿Existe tal cosa? Matthew habría dicho que no hace cinco minutos.)
No. Matthew definitivamente no va a ser capaz de manejar esto, en absoluto.
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