Al día siguiente, después de haber sido despertado obedientemente por la impecable interpretación de Gunwook de Chopin Scherzo No. 2 Opus 31, Matthew asiste a todas sus clases, con sus tareas firmementes hechas y listas para ser corregidas, y es el mejor estudiante que nunca ha sido, tomando notas en cada cátedra y sin dibujar ni una vez un garabato a los bordes de las hojas.
Está tan orgulloso de sí mismo en su camino a casa que está a punto de ofrecerle a Gunwook ir por unas tartas y whisky, cuando su teléfono suena, "La Marcha Imperial" inundando el aire.
Mamá.
Mierda.
Bueno. Hay dos opciones. Uno, Matthew puede deslizar el teléfono en el bolsillo y nunca decir una palabra... o dos, puede contestar. Teniendo en cuenta que tiene que responder aunque sea a una de las llamadas de su madre, se decide sobre esta última, con los nervios ya tensos.
"Mamá," saluda alegremente mientras abre la puerta del piso. "Matty", dice en voz baja. Sospechosamente baja. Mierda.
"¿Qué pasa?" Matthew le pregunta de inmediato, manteniendo la agitación de su voz mientras empuja con los hombros la puerta.
Gunwook se encuentra sentado en el piano de nuevo, fumando un cigarro, mientras que el televisor está encendido.
Matthew asiente en su dirección antes de poner su atención de nuevo en el teléfono.
"Oh nada. Yo sólo." Hay una pausa en la otra línea y se escucha una inhalación brusca seguida de un corto sollozo. "Te extraño amor."
Maldita sea.
Él sabe lo que esto significa.
"Mamá. Mamá, ¿estás cuidando a las chicas? ¿Dónde estás?"
"Estoy fuera. Necesito estar sola en este momento."
"¿Dónde están las chicas? ¿Están con alguien?"
"Están bien, Matthew. Te extraño-"
"MAMÁ. Maggie sólo tiene CUATRO. Vuelve adentro en este momento. Tienes que cuidar de ellas."
"No quiero," dice ella, comenzando a llorar, y los nervios de Matthew empiezan esfumarse cuando estira una mano para masajearse las sienes.
"No se trata de lo que quieres. Eres su madre. Puedes hacerlo. Eras una buena madre antes de que Charles se fuera... puedes ser una buena madre sin él. Vamos."
La línea se queda tranquila, llena sólo por el sonido sordo del viento y respiraciones profundas. "Tienes razón, amor. Siempre fuiste sabio, más allá de tu edad."
Matthew asiente, apretando los dientes. "Tuve que serlo. Ahora vuelve dentro, ¿si? ¿Por favor?"
"Lo haré. Cuidaré de ellas, Matt. Sólo espera, voy a ser una buena madre. Voy a hacer que te sientas orgulloso."
"Hazte orgullosa a ti misma," dice, y hace todo lo posible para mantener sus emociones bajo control, su voz peligrosamente cerca de estallar.
Gunwook lo mira con el ceño fruncido, pero Matthew no le hace caso por el momento, y camina hacia la hilera de ventanas bajas que recubren la pared. Mira hacia la expansión soleada de césped, algunos estudiantes paseando alrededor, y se percata ligeramente de que está parado en el mismo lugar donde Ricky había vomitado hace apenas poco tiempo.
"Lo haré." Hay otra pausa. "¿Me extrañas, Matt?"
Matthew cierra los ojos. "Sí, mamá. Ahora vuelve adentro, por favor. Por favor. Te amo," añade a último momento.
"Yo también te quiero. Mantente en contacto." Y luego la línea está muerta.
"Por el amor de Dios," murmura, dejando su teléfono en el mostrador mientras se deja caer en la silla más cercana.