⋆𝑽𝒆𝒊𝒏𝒕𝒊𝒅𝒐𝒔⋆

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* ˚ ✦ 𝑴𝒊𝒓𝒊𝒂𝒎 ✦ * ˚

Aparentemente, nuestra facultad de pudor se ha esfumado de manera tan impresionante y rápida, que ya nos interesa un bledo si alguien nos ve... o nos escucha.

Les diré algo, tal vez el sillón del camerino no es necesariamente cómodo para lo que estamos haciendo, sobre todo porque el cuero rojo se pega en mi trasero a causa de mi sudor, y cada que nos movemos suena como si nos echáramos pedos, pero qué más da. ¿Qué van a hacer? ¿Obligarnos a que nos divorciemos? JA. Inténtenlo... ¿No pueden, cierto?

—Mir...

—¿Ajá? —Me subo sobre él sin detener los movimientos ascendentes y descendentes de mis caderas. Beso su cuello y me traspaso su agitada sensación de respiración. Casi como si luchara por sobrevivir y seguir sintiendo.

—Miriam... —Tomo sus manos y las guío a mi trasero para que me ayude a volver a subir cada que bajo.

—Dime... —Beso sus labios con un pico antes de volver a su cuello, pero rápidamente vuelvo a su boca.

Dios, sus labios... es imposible mantenerme alejada de ellos.

—¿Tú crees que si le agrade a tu mamá? —¿En serio me pregunta eso ahora?

—¿En serio me preguntas eso ahora? —Mis movimientos se detienen y me le quedo viendo a sus ojos de perrito reprendido.

—Lo siento, estoy nervioso —Suelto un suspiro.

—Hablamos de eso después ¿Sí?

—Está bien —Levanta sus caderas, obligándome a continuar, pero apenas si me toma en cuenta cuando intento llamar su atención—. Es sólo que...

—Oh por Dios, Bill —Beso—. No creo —Beso— que sea —Muerdo su labio antes de separar nuestro último beso, algo que sin duda lo hace perder la cabeza, y yo lo sé— oportuno hablar de mi familia ahora.

—...

—¿Entiendes? —Asiente rápidamente y continuamos con lo nuestro como si nada hubiese pasado.

Puedo entender su nerviosismo, es mi mamá, yo misma estoy nerviosa de la mierda, pero no es como si nos fuera a echar de su casa... ¿Cierto?

Lo sé, lo sé, volvemos al mismo drama cansador de la hija que odia a su madre... O de la madre que odia a su hija... creo que depende del punto de vista en que lo veas.

Y mi hermana... Espero que Vera logre mantenerla en casa... Claudia...

—¿Sucede algo? —La puta madre, ahora soy yo la desconcentrada— ¿Quieres descansar? ¿Te sientes bien? ¿Te duele algo?

𝑊ℎ𝑒𝑛 𝑆𝑒𝑝𝑡𝑒𝑚𝑏𝑒𝑟 𝐸𝑛𝑑𝑠... | 𝐵𝑖𝑙𝑙 𝐾𝑎𝑢𝑙𝑖𝑡𝑧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora