Final

717 71 32
                                    

Al final el limbo unió nuestros dos mundos y no había escapatoria, somos uno ahora.

Los mares de todos los colores se mezclaban dejando ver cómo el paraíso estaba en la tierra, me encantaba despertar siempre al lado de este maravilloso paisaje lleno animales de todos los colores y los mejores barcos pasando por el.

Mire cómo habíamos pasado de ser unos pocos a una isla artificial llenando el lugar de personas, todas las mañanas eran movidas al igual que las noches, me fume mi primer cigarrillo del día y miré cansado al escuchar el alboroto en la cocina.

—Jefe lo siento por interrumpir su mañana pero es mi primer día y no quiero que nada salga mal—Decía en voz baja el nuevo empleado llamado Kiji—Trate de seguir las instrucciones pero creo que lo hice mal.

Era un omega pequeño de cabellos cafés y tenia 19 años, poseía mucho talento desde la primera vez que probé sus platillos en una isla cercana por lo que lo contraté hace unos días y el acepto gustoso.

Traté de mantener mi cara serena para no darle la sensación de que era un jefe horrible, por lo que lo perseguí hasta llegar a la cocina donde todos me saludaban y miraban expectantes, por lo general siempre daba una breve introducción a los nuevos en mi restaurante; pero por la ansiedad que tenía días atrás no pude.

—Simplemente tienes que picar estas zanahorias y después freír las cebollas a baja temperatura—Dije a su lado mientras que el preparaba el especial del día con mis instrucciones—Sigue tus instintos, no siempre tienes que seguir una receta cuando tienes buenas ideas.

Sin darme cuenta por mi estado de concentración no había sentido que una muy conocida presencial yacía detrás de mi con su energía bestial y sus feromonas por doquier, ese olor a hierro y kiwi.

—Espadachín de mierda—Volteó a verlo  con sorpresa de que apareciera tan de repente y en mi cocina—¿Por qué no me avisaste que llegaban hoy?

Zoro se mantuvo con su expresión relajada mientras que en la otra mano tenía un pescado arcoiris gigante, según era un viaje largo por lo que me acerqué a verlo tomándolo del brazo y sacándolo de la cocina para evitar que los demás nos miraran.

—Fue una misión muy fácil, deberías cocinarlo cejas rizadas—Responde Zoro mostrándome con una sonrisa su víctima—Según su carne es de colores.

—Por nada casi matas a ese pobre con tu presencia, cuantas veces tengo que decirte que saludes antes de entrar a la cocina—Le respondo con una mano en la cabeza.

—Tú mismo me dijiste cuando nos casamos que el restaurante era tan mío cómo tuyo, así que puedo entrar y salir cuando quiera—Reprocha Zoro con una expresión enojada.

—No vale la pena pelear por esto, ¿sabes algo de Luffy?—Le pregunté caminando de nuevo hacia nuestra casa—Me enteré que se enfrentó a alguien peligroso por proteger a los niños.

El restaurante "all blue" contaba con 3 pisos, el primero el restaurante que era un lugar demasiado grande con diferentes temáticas dependiendo de donde quisieras sentarte, el segundo era nuestra casa que contaba con una gran cocina y varias habitaciones, el tercero era una especie del nido del cuervo donde Zoro se la pasaba cuando me encontraba trabajando.

—Nuestro capitán se encuentra en buenas manos junto con sus dos mocosos viajando por lo que queda de mar—Responde Zoro mientras subíamos las escaleras—No se cómo pudiste creer que yo era la pareja destinada de él.

—Sigues pensando es eso, solo vi que ustedes dos eran tal para cual—Dos idiotas juntos que se unieron desde el primer dia, terminamos por subirlas y salimos a nuestro balcón.

Limbo [Zosan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora