We're to young Daniela Villareal (The Warning)

•Mind•

•'cause you are my fantasy•

El suave murmullo del lugar hizo que en mi cabeza reviviera una y otra vez aquel beso con Dany, me deslicé entre los recuerdos de esa noche, como si danzara en una neblina de recuerdos embriagadores. Cada detalle, desde el suave roce de sus labios hasta mi corazón acelerado, me envolvía en una fantasía profunda que me hizo desconectarme del presente.

Miraba fijamente el piso del auditorio, recargada en uno de los monitores aún sin conectar. Tome con la yema de mis dedos la cadena que yacía en mi cuello, moviéndola lentamente de izquierda a derecha, aún sumergida en mis recuerdos. No dejaba de pensar en ese momento. En pensarla.

A veces al recordar la escena mi cerebro agregaba unas cuantas cosas extras, como si creara películas dentro de mi. En algunas el beso se intensificaba y sus roces me hacían llegar al cielo, en otras terminábamos escapando juntas sin mirar atrás y en la mayoría todo terminaba mal.

Incluso en mis sueños Dany aparecía. Por varias noches, sonreía al ver su rostro y de vez en cuando su olor regresaba a mi, un hilo de aroma a fresa pasaba cerca de mi nariz, pero se esfumaba casi de inmediato.

Un sueño en particular me atormento durante un día entero. Uno donde Dany siempre estaba parada enfrente de mi, gritándome e incluso enfadada. Podía sentir la ira en su rostro. Se acercaba a mi pero en cuanto la miraba a los ojos su figura se esfumaba.

"Rosas sin espinas", "No sé qué es lo qué haces". Eran frases que salían de la boca de Dany, pero no descifraba porque las decía.

¿Que me querían decir? Tal vez solo era mi cabeza queriendo encontrar una excusa. Estaba segura que me confundía y confundía mi alma.

Los meses habían pasado. Al menos 3 después de la despedida en el aeropuerto. La noticia quedó en solo una noticia de la mala farándula. La prensa seguía de cerca a las hermanas Villareal. Aún les quedaba bastante tiempo antes de terminar su gira internacional. Por las noches buscaba en las cuentas privadas de las chicas para ver que había estado sucediendo, pero jamás respondía o interactuaba con ellas, tampoco lo hacían ellas conmigo.

Miraba las historias de Dany una y otra vez, sonreía de oreja a oreja al verla sonreír, con su familia, con animalitos, viendo paisajes, mostrando los escenarios, mostrando su comida, bailando entre ensayos y con canciones conocidas.

Parecía hechizada por Daniela Villareal. Tal vez así pasó. Me hechizo con un beso ¿No?

Nosotras seguíamos trabajando, habíamos tenido que viajar todos estos meses: Colombia, Chile, Brazil, Perú y ahora en argentina. El último antes de regresar a casa nuevamente.

—Me estás preocupando — Escuché una voz sacándome de mi mente, pero no respondí —¿Que sucede? — preguntó Allison acercándose hasta donde me encontraba. Acaricio suavemente mi espalda buscando tener mi atención.

Negué con la cabeza despacio, no quería despegarme de aquel recuerdo que me asechaba. Aún quería darle explicación a mi cabeza de los pensamientos que tenía, pero no la había. Suspire aún sin contestar.

—¿Ahora sueñas despierta? Algo no anda bien — Alce los hombros restándole importancia. Realmente no necesitaba tener a Allison tras mio.

—Bien, voy a darte tu espacio — Allison torció la mirada, enfadada y molesta, pero no quise seguir él drama. Faltaban al menos 3 horas para dar nuestro último espectáculo. Quise concentrarme en eso. En tocar el bajo con emoción y con añoranza. Tratar de olvidarme de ella, tal vez jamás la volvería a ver o coincidir.

Guarde mis pensamientos y me acerqué a mi bajo para terminar de ensamblar el audio. Una nota tras otra. Me dejé llevar un momento, el suelo vibraba por los tonos graves que emanaba. Después de algunos minutos dejé las cosas como estaban. El tiempo se había acabado.