Hojas De Papel || SoapGhost

II. El único

Soap estaba enfermo según sus palabras, decía que estar enamorado era un sinónimo de enfermedad, puesto que no puedes concentrarte, te afecta la mente y te hace sentir que vives en tonos fríos, o quizá solo para él, era así.

Se encontraba absorto en sus pensamientos, pero de repente echando un vistazo a los nuevos reclutas.

En cuanto tuvo su tiempo libre, sacó de su bolsillo a su mejor amiga; a su libreta con hojas color crema bien cuidadas y una pasta de cuero al estilo vintage.

"¿Y si hubiera tomado otro camino?, ¿Y qué si lo hubiera conocido en otras circunstancias?"

—¡Sargento! —Fue sacado de sus pensamientos y de ese estado mental inexplicablemente inspirador, donde estas tan concentrado en aquello que estás haciendo, que creas un puente que conecta al mundo físico y el mundo espiritual, es un lugar que solo un artista podría explicar. —¡Dos compañeros están peleando y no los podemos separar!

—Ah… —Suspiró Johnny mientras se sobaba el puente de la nariz con el dedo índice y el pulgar. —Bien, voy enseguida. “Estos soldados rasos están siendo un dolor de cabeza” pensó el Sargento.

Soap fácilmente logró separar a los dos soldados que peleaban por razones aparentemente estúpidas y recibieron su castigo por indisciplina, por supuesto esos comportamientos estaban prohibidos y tenían consecuencias.

El humor del sargento había sido alterado, la inspiración que tenía anteriormente ya no existía, así que solo guardó su libreta y caminó al comedor, pues era hora del almuerzo.

En cuanto entró, detectó con su mirada a su ahora buen amigo, Ghost. Una vez que tomó su charola con la comida, se dirigió hacia él, con el propósito de compartir el horario del almuerzo para que este fuese mas ameno, asimismo poder enfriar su cabeza después del disgusto que los novatos le hicieron pasar.

—Teniente, como siempre tan solitario. —Dijo Jhonny para después tomar asiento justo frente a él.

—Sabes que no tengo problema con tomar el almuerzo solo.

—¿Me voy entonces, teniente?

—No, Soap, ya estas sentado y siendo así, tendrás que aguantar mis malos chistes.

—Yo encantado de escucharlos, Simon. —Habló con sarcasmo. Ghost solo soltó un suspiro que se podía interpretar como una risa.

—¿Qué tareas tienes para hoy, teniente? —Preguntó el más joven, para después introducir la cuchara a su boca.

—Debo terminar unos informes sobre la próxima misión y luego entregarlos a Price.

—¿Quién fue asignado para esa misión?

—El capitán ordenó que yo elija a mi equipo. Pensaba liderar solo… —Dijo Ghost un tanto burlón, ya tenía prevista la respuesta de Soap.

—¡Oh, vamos, Simon! no me puedes dejar fuera de esto. —Contestó suplicante y berrinchudo.

—No lo sé, echo de menos pelear solo, quiero revivir los viejos tiempos. —Provocaba Ghost, solo para ver como Soap impacientemente quería ser aprobado por su teniente. Encontraba un poco divertido el jugar con el temple de su compañero.

—¡Por favor! No seas obstinado, Simon.

—Mmh, hablando en serio, no hay necesidad de que vengas conmigo, es una misión relativamente sencilla. —Contestó el teniente volviendo a su ya característico tono serio.

—Con todo respeto, insisto en ser parte de esto. No sería la primera misión sencilla a la que somos asignados juntos. Siempre es bueno que sobre, a que falte.

—Ah... Suspiró Ghost resignado. No solo eres bueno para ser molesto, también tienes la habilidad de ser persuasivo, Jhonny. —Dijo Ghost por último, así accediendo a la petición de Soap.

Jhonny sonrió satisfecho de haber podido convencer al teniente

—Bien, en ese caso, después de terminar el almuerzo, debes acompañarme para la planeación y organización de la misión, ¿entendido?

—¡Claro, señor!

Aunque Ghost actuaba un tanto empedernido, la verdad es que estaba contento de tener a un aliado como Soap, pues le agradaba su actitud profesional, el pensaba que, aunque el sargento tenía una personalidad un poco bromista, siempre estaban presentes esas ganas de luchar, incluso si eso significaba arriesgar su vida, siempre estaba dispuesto por la causa. Soap no estaba en la 1-4-1 solo porque sí, se lo había ganado con esfuerzo, con sangre y sudor, ese hombre sin lugar a dudas era valiente.

Terminando el almuerzo, ambos se dirigieron con Price.

En cuanto Soap aceleró su caminata para estar al paso de Ghost, este accidentalmente dejó caer su libreta, la cual por alguna extraña y desafortunada casualidad cayó a los pies del teniente, mostrando así unas páginas en donde Soap había abocetado la mítica máscara que siempre portaba el teniente sobre su rostro.

Ghost se inclinó un poco para recogerla, y aunque no quiso, no pudo apartar la vista de las hojas mientras le devolvía el cuaderno a Jhonny.

—¿No decías que mi máscara era un problema? —Preguntó Simon con la intención de molestar a su compañero. —Ahora hasta la dibujas.

—Bueno, ya me he acostumbrado a ella y me gusta... tal vez cuando llegue a tu edad yo también usaré una. —Soap dijo tratando de sostener el humor, pero lo cierto es que en ese momento estaba tan avergonzado que deseaba meter la cabeza bajo la tierra.

—Pero tienes talento, Jhonny. Eres un hombre lleno de sorpresas. —expresó Simon dándole su libreta en las manos.

Soap hace algunos meses hubiera contestado con una arrogancia sarcástica, pero aún así agradeciendo el cumplido, sin embargo ahora, sentía el corazón latiendo tan rápido, parecido a como suele estar en la zona de guerra.

—Gracias, señor. —Contestó cortante para evitar mostrar cualquier tipo de emoción desconocida y guardó su cuaderno en el bolsillo interno que venía en su chaqueta.

—Son muy buenos ¿Así que eso es lo que sueles hacer en tus tiempos libres? —Preguntó Ghost tratando de relajar a Soap, pues rápidamente notó que tenía una expresión un poco avergonzada, pero Ghost seguía con el tema, simplemente para demostrarle a Jhonny que en absoluto se había sentido incómodo con los bocetos de su máscara. Era halagador, de hecho.

—Escribo un poco y hago este tipo de garabatos, nada artístico, solo para matar el tiempo.

—Un día quiero ver esa libreta.

—Claro, teniente, cuando muera serás el único que pueda husmear. —Dijo Jhonny dando palmadas en la zona en dónde estaba guardada.

—Entonces espero no ver ese cuaderno en mucho tiempo.

No hablaron más sobre el tema. Simon pensó que era un precio muy alto para pagar por hojear esas páginas, sin embargo, se sintió levemente halagado por ser el único sujeto con permiso de echar un vistazo a esa libreta que, ahora se había vuelto un misterio y que había despertado una graciosa curiosidad en el teniente.