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Seungmin tomó la mano de Hyunjin con fuerza, dando a entender su nerviosismo. Su rostro no lo veía pero quería apoyarse enteramente en el pelinegro, ya que es la persona más cercana a él, la persona que más lo apoya y más quiere que mejore.

_No puedo hacerlo._ susurró con miedo.

_Amor, sólo entraremos y te darán una dieta..._ aclaró. No era como que el nutricionista le iba a criticar por lo que hizo, en lugar de ello, intentaría ayudarlo.

_No quiero. Es tan difícil. _ soltó su mano del otro y ocultó su rostro con ambas manos, sin saber como explicarle lo que sentía. Era como si tuviera miedo de mejorar, aunque sonara como una estupidez.

_Minnie_ susurró, atráyendolo a sus brazos para abrazarlo cálidamente._ Sabes que no tenemos que hacerlo, pero te ayudaría demasiado._ amaba a su Minnie y quería protegerlo de todo, quería que mejorara, pero bien sabía que él solo podía ser un apoyo, nunca iba a poder ayudarlo directamente, simplemente podía apoyarlo y animarlo activamente. Seungmin se aferró rápidamente al cuerpo del hombre frente a él, aquel que últimamente le hacía sentir millones de cosas. No tenía idea de cómo reaccionar, simplemente quería tener aquel cuerpo junto al suyo. Nisiquiera quería llorar o gritar, simplemente quería tenerlo junto a él. _Amor, si no lo haces, llenaré tu rostro de besos. _ amenazó bromeando.

_Okay, vamos_ dejó el abrazo y avanzó un paso antes de que fuera detenido.

_¿Sabes que lo digo en broma, cierto?_ No estaba seguro si Seungmin también había hecho aquello e broma o no. Pero una cosa estaba seguro, a Seungmin no le agradan las muestras de amor en público, por eso entendía si era una broma, pero verle caminar lo sobresaltó.

_Lo sé_ sonrió cálidamente _Pero tenemos que ir_ mencionó un poco más bajo, con miedo de lo que sería pero a la vez queriendo correr dentro antes de arrepentirse. Hyunjin sonrió suavemente y rápidamente tomó su mano, así entrelazandola con la propia para mostrarle su apoyo, y se acercaron más, tomando la puerta de entrada al consultorio. Seungmin suspiró y apretó la mano del otro antes de jalar la puerta hacía sí para que abriese.

Un olor a plantas se hizo presente rápidamente, ambos chicos entraron mirando a todos lados, casi pareciendo una tienda de plantas por lo muchas que había. Caminaron sin separar sus manos hasta el mostrador y esperaron hasta que la chica, quien acomodaba algo, les notara.

_Oh, perdón_ se disculpó la chica, volviendo a enfrente del mostrador_ en que puedo..._ hizo una pausa, mirando a un rostro y luego a otro. _ ¡¿NO ERES HYUNJIN DE STRAY KIDS!?_ Gritó, dirigiéndose a Hyunjin, quien se tensó rápidamente. Seungmin soltó su mano lo más rápido que pudo._ No puedo creerlo, mis amigos no van a creerme, podríamos tomar una foto o-_ la chica parecía buscar algo, probablem1ente su celular, lo que dió paso a que Hyunjin tomara rápidamente el antebrazo de Seungmin y se lo llevara de ahí a paso rápido. Lo guió hasta la salida y aún fuera siguió caminando a un paso rápido. Hacía frío y sentía sus manos congeladas, pero prefería eso a seguir en aquella nutricionista. Era incómodo que no les dejaran hacer su vida como todos.

_Lo siento por eso._ susurró el mayor al detenerse, sin poder mirarlo al rostro del otro. Se sentía avergonzado, se supone que debía cuidarlo y lo llevó a una nutricionista donde podían ponerlos de nervios a ambos.

_No tenías cómo saberlo..._ complementó el menor, notando la culpa incluso en su voz. Fue por eso que se acercó y lo abrazó suavemente por la espalda, haciendo que Hyunjin tenga mariposas en el estómago. No podía acostumbrarse al hecho de que Seungmin era su novio, pero fuera su novio o no, las muestras de cariño de Seungmin eran pocas, por lo que no supo cómo reaccionar. Simplemente quería llenarle toda la cara de besos y decirle que lo ama pero a su parecer aún no podía hacer nada así. Aunque sea su novio tenía que tener paciencia con el rubio.

My SingerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora